Den a Dios lo que es de Dios
Reflexiones sobre las lecturas del XXIX domingo del tiempo ordinario (18 de octubre, 2020): Isaías 45,1.4-6; Salmo 95; 1 tesalonicenses 1,1-5b; Mateo 22,15-21:
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
“Den al Cesar lo que es de el y a Dios lo que es de Dios” es revolucionaria y debe ser bien entendida...
¿Los cristianos tenemos que ver con la política? Esta pregunta como telón de fondo aparece en la reflexión de este domingo XXIX del tiempo ordinario.
En el Evangelio que la liturgia de la palabra nos presenta hoy a través de Mateo, continúan las confrontaciones de los fariseos con Jesus. En este pasaje se denota la mala intención de estos hacia Jesus, pues intentan enfrentarlo también con la autoridad romana.
Jesus aprovecha para señalar la relación entre la autoridad política y la religión. Su respuesta “Den al Cesar lo que es de el y a Dios lo que es de Dios” es revolucionaria y debe ser bien entendida:
Por un lado, Jesus responde a los judíos, a los que creen y siguen la ley de Dios, pidiéndoles “dar a Dios lo que es de Dios” les así ir más allá de la misma, para entender que la base de esta es el Amor, el amor a Dios, reflejado en las acciones a los hermanos. Veremos más detalles de esta parte en el evangelio del próximo domingo.
Por otro lado, también responde a los romanos, a los que creen y siguen la ley humana, pidiéndoles que no se confundan y que recuerden que la autoridad civil está sujeta a Dios, que también deben respetar lo que corresponde a Dios y su reino. Esta respuesta de Jesus es también una invitación a todos, en especial a sus discípulos, para que seamos profetas proclamando la buena nueva del Reino que se hace presente en mundo hoy.
El Papa Francisco haciendo eco de esta invitación de Dios, también nos hace un llamado en su última encíclica “Fratelli Tutti” (todos hermanos) a ser constructores de un mundo mas justo y fraterno. Señalando la fragilidad de los sistemas mundiales que la pandemia del COVID-19 a dejado al descubierto y la necesidad de rehabilitar nuevas opciones para seguir adelante en un “nuevo normal”.
Dios, Padre nuestro: ayúdanos a conocer tu voluntad, a entregarnos a ti de todo corazón. A reconocer los signos de los tiempos y ser constructores de tu Reino aquí y ahora. Que podamos servirte a ti con fidelidad a través de prójimo, de modo que vivamos como verdaderos hijos tuyos y como hermanos de todas las personas. Por Jesucristo. Tu hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Amen.