Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación
Reflexiones sobre las lecturas del XXIII tiempo ordinario - (4 de septiembre 2022): Sabiduría 9,13-19; Salmo 89; Filemón 9-10.12-17; Lucas 14,25-33
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Nunca es tarde para sentarnos a reflexionar sobre nuestra fidelidad y el uso que hemos hecho de la libertad.
¡Las exigencias de un reino que está cerca de nosotros! Así podemos llamar a la enseñanza de este domingo XXIII del tiempo ordinario. La liturgia de la palabra de este primer domingo de septiembre nos trae ciertos pasajes bíblicos que nos van a ayudar a meditar sobre las exigencias radicales que Jesus propone a sus discípulos misioneros ayer y hoy.
La lectura del antiguo testamento nos llega del libro de la sabiduría, la cual en forma de pregunta nos plantea a la vez, la dificultad que tenemos los humanos para entender los designios de Dios, y a la vez, nos presenta el camino para resolver el dilema: Sera necesario recibir de Dios la sabiduría, el Espíritu Santo para adecuar la vida a sus designios.
En la segunda lectura de la carta a Filemón, Pablo, presenta una situación clara del seguimiento de Jesus: Ser parte de una comunidad que rompe con lo establecido, con lo que va en contra de la dignidad de las personas. Onésimo es presentado a Filemón ya no como esclavo, sino como hombre libre, que será más que eso “su hermano.” Dos hombres libres que se encuentran para vivir en la comunidad.
Lucas en su evangelio nos presenta el centro del tema de hoy: “Jesus propone duras exigencias a sus discípulos.” Propuestas que hoy también son para nosotros. Propuestas que forman parte de la utopía de nuestro caminar y de nuestra misión. Estas propuestas son guías para que no perdamos de vista el Reino y su Justicia.
Para ir asumiendo estas duras exigencias que Jesus nos dejó, los discípulos misioneros debe ser fieles y libres a la vez. Si, la fidelidad y la libertad no son dos actitudes y dones antagónicos, sino complementarios a una vida de fe. Aquí retomamos nuevamente, la lectura del libro de la sabiduría, para afirmar que el Espíritu Santo, viene en nuestra ayuda, pero cuanta con nuestra voluntad de recibirlo y dejarlo actuar. Nunca es tarde para sentarnos a reflexionar sobre nuestra fidelidad y el uso que hemos hecho de la libertad. Ya sea para confirmar el buen camino o para reconocer con humildad que nos hemos equivocado. Si nos detuviéramos y meditáramos las palabras del evangelio hoy… ¿qué diría nuestro corazón?