'Esfuércense en entrar por la puerta angosta'
Reflexiones sobre las lecturas del XXI domingo del tiempo ordinario (25 de agosto, 2019): Isaías 66,18-21; Salmo 116; Hebreos 12,5-7.11-13; Lucas 13,22-30
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
“Hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos." Esta frase y las lecturas de este domingo XXI del tiempo ordinario debe retar y a la vez, dar esperanza a todo aquel que ha conocido a Jesus y quiere ser mejor ser humano, mejor hombre o mejor mujer, mejor discípulo de Jesus. El reto de todos los cristianos, el reto de la iglesia en el mundo actual es presentar a Jesus tal como es, sin deformarlo, ni disminuirlo. Ofrecer la alegría de su evangelio para que llene el corazón y la vida entera. Solo así será atractivo para todos y en especial para las nuevas generaciones.
Es cierto que la puerta es angosta, pero Jesus nos asegura que podemos pasarla y entrar. La invitación es a cada uno, a cada cristiano en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar su propio encuentro personal con Jesus o a “tomar la decisión personal” de dejarse encontrar por él, de intentarlo sin descanso.
La historia de la salvación nos muestra como otros decidieron personalmente cruzar por la puerta angosta; así tenemos en la antigüedad, Abraham, con su fe, Isaac con su preferencia hacia el más pequeño, Jacob, a quien le tomo mucho tiempo aceptar a Yahvé. A los profetas quienes en su mayoría se negaban, al principio, a responder el llamado de Dios, a Maria, madre de Jesus con sus “sis” que transformaron la misma historia humana.
En tiempos contemporáneos tenemos tantos santos y santas como San Francisco de Asís, Sta. Catalina de Siena, Sta. Rosa de Lima, etc. Y más cercanos a nuestros tiempos tenemos a: Mons Romero, a Sta. Teresa de Calcuta, San Juan Pablo Segundo. Finalmente, y de seguro también una lista de otros santos anónimos para la Iglesia universal, pero reconocidos en nuestras comunidades.
Con semejantes personajes no solo como ejemplo sino, como acompañantes de nuestras jornadas, hoy podemos reflexionar y plantearnos el reto de renovar la alianza con Dios. de tomar la decisión personal de entrar por “la puerta agosta,” ya que “nadie queda excluido de la alegría reportada por el Señor” (Papa Pablo VI)
Finalmente, los que creen que son marginados por sus pecados, necesitan saber que los últimos serán los primeros y que su comportamiento no los ha excluido de la salvación que Jesus ofrece. La puerta de la salvación es angosta no para excluir, sino para hacer más preciso el camino de Dios.
