Cuando oren, digan así: “Padre nuestro…”
Reflexiones sobre las lecturas del XVII domingo del tiempo ordinario - (24 de julio 2022): Génesis 18,20-32; Salmo 137; Colosenses 2,12-14; Lucas 11,1-13
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
El padre nuestro, es la oración con la que Jesus responde a sus discípulos, cuando estos le pidieron: ¿Enséñanos a orar?
Este domingo XVII del tiempo ordinario se nos presenta por medio del evangelio de Lucas, la oración conocida como el padre nuestro. Una oración usada en la liturgia y también en reuniones pastorales en los diferentes grupos. El padre nuestro es también incluido en el rezo del rosario y otras tradiciones en nuestros pueblos, así como también en las familias.
El padre nuestro, es la oración con la que Jesus responde a sus discípulos, cuando estos le pidieron: ¿Enséñanos a orar? Jesus quien de seguro y según los evangelios se retiraba continuamente para orar, había dado un gran ejemplo de oración a sus discípulos, discípulos que también eran parte de un pueblo que tradicionalmente ora varias veces al día. Pero el ejemplo de Jesus era singular, el mostraba la cercanía a Dios, cercanía que queda clara en el padre nuestro.
Jesus con el padre nuestro, enseña a sus discípulos a llamar a Dios “Abbá” que no solo significa “Padre mío querido” sino es una expresión del hebreo que contiene un sentimiento que brota de una relación entre hijo y padre basada en la confianza, el respeto, el cuidado, la responsabilidad y el conocimiento. Es una palabra que un hijo o hija pronuncia, porque sabe que está en las manos de su padre y que este nunca lo dejara y lo cuidara por que lo ama profundamente.
Jesus con el Padre Nuestro, no solo nos enseña que Dios es nuestro Padre, sino que nos invita a dejarnos abrazar por él y permitir que sea conocido, reverenciado y amado por otros. Por eso le decimos: “Padre nuestro santificado sea tu nombre.”
Jesus con el Padre Nuestro también nos recuerda que su misión viene del Padre y su Reino de amor. Jesus nos alienta a ser misioneros, pedir y actuar para que ese reino llegue hasta nosotros y a todos esos lugares donde todavía no llega. La llegada del Reino de Dios es primero y lo demás vendrá por añadidura. Por eso decimos: “Venga tu Reino Señor.”
El Padre Nuestro también nos recuerda que Dios provee, como el maná en el desierto, este pan es un don maravilloso de esa bondad y amor de Dios. Con esta petición también le estamos pidiendo que nos de la oportunidad de un trabajo y salario justo, nos comprometemos a ser solidarios con otros que no tienen pan y a ser protagonistas de la defensa de los derechos de los trabajadores y a la búsqueda de la justicia en todas sus formas. Por eso decimos: “Danos, Señor, el pan de cada día.”
En el amor que Jesus nos comparte y enseña por medio del Padre Nuestro, también nos invita al perdón ¿Queremos que Dios nos perdone? Entonces debemos perdonar a otros, el Padre Nuestro también nos ayuda a no caer en tentación, en especial en la tentación de sentirnos buenos, tan fuertes como perfectos. Por medio del Padre Nuestro, pedimos cada día que no se nos olvide que, si queremos perdón en el cielo, debemos perdonar en la tierra. Por eso decimos: “Padre, perdónanos como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.”