Un Señor, una fe, un bautismo
Reflexiones sobre las lecturas del XVII domingo del tiempo ordinario - (25 de julio 2021): 2 Reyes 4,42-44; Salmo responsorial: 144; Efesios 4:1-6; Juan 6,1-15
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
El signo es claro y un desafío para nosotros como comunidad de discípulos: Nos toca poner al servicio de todos lo que tenemos.
La invitación de este domingo XVII del tiempo ordinario es a dar desde nuestra propia realidad y para darnos también cuenta de que siempre tenemos dones que compartir y a la vez que recibir. La misión a la que Jesus nos ha invitado personal y comunitariamente es una aventura, una jornada de crecimiento donde se da y se recibe, multiplicando de esa manera la bendición de ser discípulo de Jesus en la diversidad de personas y dones en la Iglesia.
¿Eres consciente de esta invitación? Te has preguntado frente a este llamado ¿Qué puedes hacer?
En la primera lectura de la 2ª. carta a los Reyes se nos presenta al profeta Eliseo “multiplicando panes” para la multitud y en el evangelio de Juan es Jesus en una historia muy parecida quien multiplica panes y peces para otra multitud.
Es evidente en uno y otro caso, que la comida no es suficiente para el número de personas que tienen. También es claro que en el Reino de Dios las operaciones matemáticas no funcionan como normalmente estamos acostumbrados. Valdría la pena decir que lo que se requiere es valorar las necesidades de la comunidad; tener y actuar con fe en que, a través de nuestros dones y acciones, Dios va a actuar: Podemos mejorar la situación juntos y en solidaridad con los demás.
En las historias hoy, también son los pequeños, lo más jóvenes quienes ponen a disposición del profeta lo que tienen. El signo es claro y un desafío para nosotros como comunidad de discípulos: Nos toca poner al servicio de todos lo que tenemos.
Saber que Jesus va a generar abundancia a partir de lo que le entregamos es una enseñanza de ambas lecturas hoy, también es un llamado a estar dispuesto a entregar nuestros dones y carismas para la construcción de una sociedad que gire alrededor de los valores del evangelio
Dios, Padre nuestro, que guías y proteges de todos los que en ti confían; danos el pan nuestro de cada día, para alimentar nuestro cuerpo y seguir esforzándonos en la construcción de tu Reino; y danos también el pan de tu palabra, que ella ilumine y de sentido a nuestro discipulado y misión. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.