Vete y haz tú lo mismo
Reflexiones sobre las lecturas del XV domingo del tiempo ordinario - (10 de julio 2022): Deuteronomio 30,10-14; Salmo 68; Colosenses 1,15-20; Lucas 10,25-37
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Que hoy podemos reconocer, como dice el Papa Francisco, desde el corazón del evangelio, la íntima conexión que existe entre evangelización y promoción humana.
La solidaridad cristiana es unos temas centrales que nos presentan las lecturas de la liturgia de este domingo XV del tiempo ordinario. Hoy es una buena oportunidad para reflexionar como tratamos a los miembros en nuestras familias, comunidades; asi como también en nuestra sociedad.
En la parábola que nos presenta el texto del evangelio de Lucas, conocida como la parábola del buen samaritano, un experto en la ley, le pregunta a Jesus para probarlo sobre la importancia de esta. Con la respuesta de Jesus sucede un intercambio de preguntas entre ellos.
Hasta que surge la última de ellas: ¿Quién es mi prójimo? Jesus cuenta una parábola, para responder no solo a esta última pregunta, sino para presentar la buena nueva, una propuesta de amor, misericordia y solidaridad.
Los judíos en tiempos de Jesus, habían tomado el concepto de “prójimo” para los miembros de su mismo pueblo. Jesus en esta parábola, aprovecha para darle a la palabra “prójimo” su sentido original: El prójimo es el otro. No necesariamente un pariente o miembro del mismo pueblo.
Jesus, también busca desenmascarar, con esta parábola a quienes, amparados en el cumplimiento de la norma y prácticas religiosas, desatiende las necesidades de los más necesitan y que se cruzan en su camino. Jesus nos pide estar atentos al otro. Especialmente los que más necesitan en cualquier dimension.
Evangelizar es hacer presente en el mundo el Reino de Dios, por eso podemos afirmar que hay una dimensión y compromiso social en esta acción pastoral. Confesar a un Dios Padre que ama infinitamente a cada ser humano implica descubrir que con ello le confiere “al otro” una dignidad infinita. La redención de Jesus no solo redime a la persona individual, sino que también las relaciones sociales entre los seres humanos. así también le da un sentido nuevo a la caridad, a la solidaridad, la justicia y la paz en relación a vivencia de nuestra fe en accion.
Que hoy podemos reconocer, como dice el Papa Francisco, desde el corazón del evangelio, la íntima conexión que existe entre evangelización y promoción humana. Para tener bien claro quién es el otro y poder ser solidarios desde nuestra fe y que esta dirija nuestras acciones.
¡Que la parábola del samaritano nos ayude a meditar, orar y movernos a vivir el evangelio de la fraternidad y la justicia!