La fe es seguridad de lo que se espera, y prueba de lo que no se ve
Reflexiones sobre las lecturas del XIX tiempo ordinario - (7 de agosto 2022): Sabiduría 18,6-9; Salmo 32; Hebreos 11,1-2.8-19; Lucas 12,32-48
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Solo siendo y haciendo lo que Dios quiere de nosotros, lograremos llevar la alegría de la buena noticia de Jesus. Solo así, podremos vencer el reto de tener coherencia entre lo que decimos y hacemos.
“Ser y hacer”deben ser complementarios. Los seres humanos fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. Ser y hacer lo que Dios quiere de nosotros nos cuesta trabajo. Las lecturas de este domingo XIX del tiempo ordinario nos traen pasajes bíblicos que entre otros temas nos ayudaran a meditar en nuestro “ser y hacer” como seguidores-discípulos de Jesus.
Lucas en su evangelio, nos trae un texto este domingo, el cual va dirigido a dos grupos en la Iglesia: El primer grupo, a los que de alguna manera tienen un liderazgo; liderazgo al estilo de Jesus, el cual es un servicio, una misión, una responsabilidad asumida, no un privilegio. Es por eso por lo que oiremos que algunos en la Iglesia llaman a sus líderes “servidores.” El segundo grupo somos todos los cristianos, pues cada uno de nosotros estamos llamados desde nuestro bautismo a ser parte de la comunidad que llamamos Iglesia y en ella ofrecer y desarrollar nuestros dones para el servicio de otros.
Jesus hoy, nos vuelve a recordad que somos herederos de toda una historia de salvación de un pueblo llamado y protegido por Dios. Nos hace una invitación a poner el corazón en el Reino y no permitir que las cosas materiales nos satisfagan del todo. Aceptar esta invitación para nosotros debe implicar reconocer que lo que somos debe ir de la mano con los hacemos.
Solo siendo y haciendo lo que Dios quiere de nosotros, lograremos llevar la alegría de la buena noticia de Jesus. Solo así, podremos vencer el reto de tener coherencia entre lo que decimos y hacemos. Cuando nos bautizaron, nuestros padres y padrinos nos dieron el regalo de ser cristianos, nos toca a cada uno de nosotros tomar esa intención y hacerla nuestra con nuestro “Si” a Jesus para comenzar y madurar un proceso de discipulado en salida, listo al encuentro y servicio de los demás.
Fe y preparación, vigilancia y fortaleza. Esos son los valores que Jesus también nos deja este domingo. Para ser y hacer lo que Dios quiere de nosotros, primero debemos creer en Dios y sus promesas, también debemos estar vigilantes, descubriendo como podemos hacer presente el Reino hoy, aunque este no esté aquí aun en plenitud. En medio de esta visión y acción escatológica del Reino estamos nosotros la Iglesia, este es nuestro tiempo.
Vayamos todos entonces seguros de que Jesus nos ama, que vive, que es capaz de intervenir misteriosamente, que no nos abandona, que saca bien del mal con su poder. Que su Reino ya está aquí a través de nosotros, aunque no en plenitud. Vayamos seguros de que somos sus discípulos que creemos y esperamos por él, con él y en él.