Misión en la Escritura

XIX domingo del tiempo ordinario ~ 8 de agosto, 2021

Written by Equipo MISSIO | Aug 3, 2021 4:51:22 PM

Vivan en el amor

Reflexiones sobre las lecturas del XIX domingo del tiempo ordinario - (8 de agosto 2021): 1 Reyes 19,4-8; Salmo 33; Efesios 4,30–5,2; Juan 6,41-51

MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.

Ser discípulo misionero de Jesus requiere reconocerlo como Señor de la vida y alimento necesario de nuestro discipulado.

En el evangelio de hoy Juan, nos presenta a un grupo de judíos que sorprendidos dicen no creer en Jesus cuando él dice: “Yo soy el pan de vivo que ha bajado del cielo; y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo." Para ellos es imposible que Jesus sea el pan de vida, pues ellos conocen el origen terrenal de Jesus.  Ellos no son capaces de ver más allá de lo que conocen, ver con una mirada más profunda y darse cuenta a quien tiene enfrente de ellos al que les puede dar vida en abundancia:  

Primero, tienen a Jesus: Hombre y Dios, al cual solo pueden reconocer cuando hay una apertura a la realidad de Dios y a su gracia mediante el don de la fe. 

Segundo, lograr ver la presencia de Jesus como el Mesías, el anunciado desde antes, el cual estaba dando cumplimiento a la promesa de Dios que el pueblo había estado esperando.  

Tercero, que la historia de la salvación, por medio del antiguo testamento; revelaba a través de signos esta presencia de Jesus como el Señor, cumpliendo así la voluntad de Dios.  

Cuarto, En Jesus se obtienen la vida verdadera participando de su vida, pasión muerte y resurrección.  

Y, quinto, esta vida verdadera se obtiene al participar y comer el pan que ofrece Jesus, reconociéndolo con el verdadero pan de vida.  

Ser discípulo misionero de Jesus requiere reconocerlo como Señor de la vida y alimento necesario de nuestro discipulado. La eucaristía, es el sacramento por excelencia que nos nutre para seguirlo y segur con la misión que el mismo nos ha otorgado.  

Dios, Padre nuestro: te pedimos que nos comprometas a hacer crecer “el pan de vida” en todo el mundo, para que la Humanidad encuentre y se encuentre en tu Amor. Nosotros te lo pedimos por Jesús, el pan vivo bajado del cielo, tu Hijo, nuestro Señor.