¡Evangelicen! ¡no tengan miedo!
Reflexiones sobre las lecturas del XII domingo tiempo ordinario (21 de junio, 2020):Jeremías 20,10-13; Salmo 68; Romanos 5,12-15; Mateo 10:26-33
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
El mensaje de este domingo es un mensaje valiente y lleno de esperanza.
Ser discípulo misionero, sabedor de ser portador de la buena nueva del Reino es fuente de felicidad y realización profunda. Pero, no nos hace inmune a la realidad compleja que vivimos en el mundo. Esto nos reta a tener actitudes claras fundamentadas en la experiencia y la palabra de Dios; en la sana doctrina y la tradición especialmente, frente a las injusticias, la defensa a la vida y a los derechos humanos.
Los riegos para los discípulos misioneros son muchos. Algunos deciden ir a predicar el evangelio a tierras donde el cristianismo es poco conocido y a veces, ni siquiera bienvenido. Pero todo cristiano es retado por las circunstancias en que se vive en mundo de hoy, sean está en la propia familia, comunidad y también en la sociedad. Pensemos en situaciones de opresión que se vive en el mundo por razones religiosas, políticas, de raza o estado migratorio, también por razones de salud como resultado de la Pandemia que vivimos. Etc.
Jesus sabe esto, el conoce estas realidades y cuando nos invita a evangelizar en estas circunstancias, a la ve vez, fortalece nuestra fe y nos acompaña expulsando el temor de manera que podamos ser testigos de su amor, llevando la buena nueva que da esperanza en medio del miedo y la zozobra; que da luz en medio de la oscuridad, que da alegría en la tristeza. Siendo de esta manera fuentes de esperanza y cambio personal y comunitario.
El mensaje de este domingo es un mensaje valiente y lleno de esperanza. Jesus no esconde la realidad a sus discípulos, sino que se las comparte, pero al mismo tiempo también, los fortalece, su frase “No tengan miedo” esta respalda por el mismo Amor del Padre, fortalecida por el Espíritu Santo y acompañada por Maria como Mujer, Madre y discípula.
Preguntemos cada uno de nosotros hoy ¿Dónde te pide Dios que lleves su mensaje?
Señor, te pedimos que camines siempre a nuestro lado para que nunca cedamos ante las dificultades y reveses de la vida, sintamos siempre tu fuerza animándonos y diciéndonos: “no tengan miedo” y así sigamos trabajando con ilusión, fortaleza y alegría cada día, para la construir tu Reino. Amen.
