Le reconocieron al partir el pan
Reflexiones sobre el tercer domingo de Pascua (26 de abril, 2020): Hechos 2,14.22-33; Salmo 15; 1 Pedro 1,17-21; Lucas 24,13-35
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
En este tercer domingo de pascua, recordemos que Jesus está vivo en medio de nosotros...
En la primera lectura del libro de los hechos de los apóstoles, Pedro, después de la resurrección de Jesus, pronuncia el primer anuncio “kerigmatico,” dicha predicación la dirige a los judíos, este mensaje de Pedro sucede el día de pentecostés y lo llamamos “kerigmatico,” pues se basa en el kerigma o contenido esencial del primer anuncio sobre Jesus y su misión.
Este mensaje “kerigmatico,” contiene tres importantes aspectos sobre Jesus: Primero, su vida. Referente a lo que algunos autores llaman “el Jesus histórico” quien, enviado por Dios, realizo milagros, prodigios y señales. Proclamando de palabra y obra la llegada del Reino de Dios. Segundo, Su muerte a manos de las autoridades, quienes actuaron en consecuencia con su falta de visión y fe. Y, tercero, su resurrección, obra del mismo Dios para la salvación del mundo y base de la nueva comunidad.
Pedro concluye esta predicación con el sello de la credibilidad de ser testigo de todo lo acaba de predicar. La experiencia de la primera comunidad no fue solo una experiencia empírica o teórica sino, una experiencia de vida, una praxis. Una transformación personal y comunitaria alrededor de Jesus resucitado y su misión.
En la segunda lectura de la primera carta de Pedro. El apóstol nos invita a ser fieles a Dios aun en las más criticas circunstancias, porque Dios es el Dios que renueva su alianza, un Dios que acompaña, protege y libera. Esta liberación fue ya asumida por Jesus en una opción de Amor por la humanidad, la naturaleza y el resto del universo. ¿Como pagar tanta generosidad? Siendo también generosos con los demás.
El Evangelio de Lucas nos trae el texto bíblico de los discípulos de Emaús. Un grupo de seguidores de Jesus que regresan a su pueblo natal tras la muerte de su maestro. Solamente tristeza, miedo y nostalgia podía existir y entonces en tal situación era “mejor volver.” Las escrituras y después el compartir del pan es lo que Jesus les ofrece para dejarles saber que resucito y esta con ellos.
En este tercer domingo de pascua, recordemos que Jesus está vivo en medio de nosotros, y que en este tiempo tan difícil que vivimos él está con nosotros. Busquemos la fortaleza en las sagradas escrituras y en el compartir del pan en nuestras familias y comunidades. Que la generosidad sea el distintivo de una comunidad que cree y vive con el resucitado.