Ojalá escuchen al Señor: “No endurezcan el corazón”
Reflexiones sobre el Tercer domingo de cuaresma (15 de marzo, 2020): Éxodo 17,3-7; Salmo 94; Romanos 5,1-2.5-8; Juan 4,5-42
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
El evangelio, Juan nos comparte la historia de Jesus y la samaritana.
La liturgia de la palabra de este tercer domingo de cuaresma nos presenta lecturas que nos siguen ayudando a reflexionar y entrar preparados en la celebración central de nuestra fe: el triduo pascual, donde la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesus es el centro. Mencionemos entonces algunos puntos para esta reflexión y preparación:
La primera lectura, nos llega del libro del Éxodo y nos presenta parte de esta jornada de Israel a la tierra prometida, luego de su liberación de Egipto. En esta lectura encontramos una de muchas rebeliones del pueblo en contra de Dios y de Moisés como su intermediario. El pueblo de Israel debido a las adversidades que pasaron durante todo este camino, muchas veces dudo para que Dios los había liberado. Esta duda los llevo a rebelarse muchas veces. En este pasaje podemos ver y refirmar como Dios es paciente y misericordioso con su pueblo, al enviarles lo que necesitaban. Integrando esta lectura a nuestra vida podemos aprender junto con el pueblo de Israel que ¡Dios siempre responde con su pueblo!
La segunda lectura nos llega de la carta de Pablo a los Romanos, en ella explica que la fe es una gracia de Dios fundamenta en Jesus, en su vida, muerte y resurrección. Pablo nos invita sentirnos en paz con Dios y bendecidos por la salvación que Jesus realizo por nosotros. Hoy podemos reafirmar que la vida, muerte y resurrección de Jesus es el centro de nuestra y nuestra esperanza de salvación
Finalmente, el evangelio, Juan nos comparte la historia de Jesus y la samaritana. Historia que tiene muchos elementos para nuestra evangelización al establecer un marco de libertad y dialogo religioso alrededor de la fe como fundamento de conversión y testimonio.
La palabra de Dios nos alimenta y calma la sed. Pero también nos cuestiona y nos pide cambios. Jesus en esta cuaresma nos esta hablado directamente como hablo con la samaritana: ¿Estamos dispuestos a escucharlo con atención y movernos a la acción y el cambio?
Dios, Padre, que en Jesús nos invitas a ser tus hijos: Haz que comprendamos que ha llegado la hora en que como verdaderos adoradores te adoremos en espíritu y en verdad, en justicia y amor, en apertura y solidaridad con todos nuestros hermanos. Como nos enseñó Jesús, hijo tuyo y hermano nuestro. Amén.
