Los santos vivieron esperando en Dios y cantando en su corazón
Reflexiones sobre las lecturas de la Solemnidad de todos los santos - (1 de noviembre 2021): Ap 7,2-4.9-14; Salmo 23:; 1Jn 3,1-3; Mt 5,1-12ª
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Recordando no solo a los que han sido proclamados santos en la historia, sino a cada hombre y mujer que han vivido su vida poniendo su fe en la cotidianidad con actos sencillos...
“Patriarcas, Profetas, Almas cándidas, santos inocentes y apóstoles, que son semilla, cimiento, luz y canto, en el coro de los ángeles, rueguen por nosotros.”
Hoy celebramos la solemnidad de todos los santos. Recordando no solo a los que han sido proclamados santos en la historia, sino a cada hombre y mujer que han vivido su vida poniendo su fe en la cotidianidad con actos sencillos pero llenos de amor a Dios y a sus semejantes. Sembrando la esperanza en la buena nueva de Jesus
Es importante que reflexionemos en las lecturas de este domingo en clave de santidad y misión. Ya que la misión es un llamado a la santidad, es un llamado de Dios que nos ama primero, y nos invita a vivir la experiencia de saberse y sentirse salvado y amado por Jesús. Este amor en nuestro corazón nos impulsa a salir de nosotros mismos y no callar lo que hemos experimentado. Lanzándonos a la misión.
La lectura del evangelio de Mateo nos presenta las bienaventuranzas, las cuales son el camino a la santidad para todo hombre y mujer de toda lengua, pueblo, religión raza y nación. Con las bienaventuranzas como brújula que nos guía es posible alcanzar la santidad. Esta es entendida como nuestra intención de cada día de vivir en la práctica nuestro discipulado en relación con Dios y a la misión a la que él nos ha llamado.
La lectura del apocalipsis, un libro de índole profético, que interpreta la historia usando un género literario con un lenguaje metafórico, lleno de visiones y símbolos que nos sumerge en el misterio de Dios, para darnos esperanza. Este domingo nos presenta un pasaje donde una muchedumbre “de toda lengua, pueblo, raza y nación” junto a los ángeles y a los ancianos esta delante de Dios para alabarlo. Este pasaje nos deja claro la universalidad del llamado a la santidad.
Juan, en su primera carta, se une al tema de santidad y misión, profundizando en la relación filial que tenemos con Dios padre, y nos dice que esta relación nos llevara a verlo “tal como él es” invitándonos a mantener nuestra esperanza, purificándonos con él. Ser santo es llevar esta relación de hijos a su máxima capacidad en cada uno de nosotros.
Dejémonos hoy acompañar tantas mujeres y hombres; santas y santos que han vivido una relación con Dios que los ha llevado a ser signos de esa presencia de Dios que camina con nosotros en nuestras realidades y nos invita a ir más allá de nuestras periferias existenciales para llevar la buena nueva que da esperanza, especialmente a quienes más lo necesitan.