Alégrate, el Señor está contigo
Reflexiones sobre las lecturas de la Solemnidad de la inmaculada concepción de la Virgen María - (8 de diciembre 2022): Gén 3,9-15.20; Salmo 97; Ef 1,3-6.11-12; Lc 1,26-38
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
En este adviento, tiempo de preparación y espera alegre de Jesus, en Maria, Dios nos dice que contemplemos la vida y el mundo de hoy con sus cambios acelerados, su desarrollo científico,...
Celebramos hoy la inmaculada concepción. En Maria inmaculada, vemos las maravillas que Dios hace en la vida del ser humano, cuando este se pone en sus manos. En esta solemnidad celebramos el encuentro de la misericordia y la fidelidad de Dios para dar vida.
Maria, en la advocación de la inmaculada concepción es también muestra de la victoria de Dios. Por medio de esta mujer que encontró su favor y que es la llena de gracia, podemos contemplar las consecuencias que tiene decir ‘si” a Dios en nuestra vida y en la historia. ¿Qué es lo que el Señor nos quiere decir a través de la Inmaculada concepción? ¿Cuál es el mensaje para nuestra vida personal y comunitaria?
En este adviento, tiempo de preparación y espera alegre de Jesus, en Maria, Dios nos dice que contemplemos la vida y el mundo de hoy con sus cambios acelerados, su desarrollo científico, su tecnología y medios sociales; pero un mundo que a la vez desprecia la vida, generando también aceleradamente la pobreza no solo económica, sino espiritual del ser humano.
En esta realidad ¿Dónde estamos nosotros como discípulos misioneros? ¿Qué hemos hecho por nuestras familias y comunidades? ¿Que hemos hecho por los destinos de los pueblos, por las culturas y los derechos humanos? ¿Qué hemos hecho con los jóvenes, con las familias y con los ancianos? ¡Esta tierra tiene que llenarse de la gloria de Dios y la llena de gracia nos ayuda!
¡Cuánto nos ama Dios! Qué bueno que a la puerta de la navidad a través de Maria, Dios conquiste nuestro corazón. Dios Padre y Maria, nos ofrecen a su hijo, Jesus, quien nos salva y bendice con muchos dones y carismas para compartir en comunidad. Él nos invita a ser discípulos, nos invita a salir de nosotros mismos para ser misioneros y llevar su mensaje que da vida y alegría.
Hoy a través de la inmaculada, Dios también nos propone un ejemplo a seguir. Un estilo de vida renovado. Dejemos guiar por Maria y en su ejemplo de vida tan singular: Permitamos a Dios que entre en nuestra vida e historia. Encontrémonos y dialoguemos con él y, finalmente seamos su rostro, sus pies y sus manos en este mundo y atrevámonos a cambiar la historia con nuestro “sí.”