Misión en la Escritura

Solemnidad de la ascensión del Señor - 16 de mayo, 2021

Written by Equipo MISSIO | May 11, 2021 2:45:15 PM

Ensalcemos al Rey de reyes, y cantemos un himno a Dios. Aleluya

Reflexiones sobre las lecturas de la Solemnidad de la ascensión del Señor - (16 de mayo 2021): Hch 1,1-11; Salmo 46; Ef 1,17-23; Mc 16,15-20

MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.

Que hoy al celebrar la solemnidad de la ascensión de Jesus, podamos fortalecer la alegría de llevar la buena a nueva y ser evangelizadores...

Los temas protagónicos de este día sonLa ascensión de Jesus, el Mandato misionero y la promesa del Espíritu Santo; no se trata ahora de añorar la presencia física del Señor, sino de entender su presencia y que a través del Espíritu seguirá con nosotros acompañándonos y fortaleciéndonos. Este Espíritu que es su palabra como prosa realizada, viene a ayudarnos para en medio de las circunstancias, cualquiera que sean, podamos vivir  la misión  con alegría y sentido.  

Por esa razón este día, las lecturas de la liturgia de la palabra, nos recuerdan que es un día de fiesta, pues “Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas,” (Salmo 46) donde celebramos a Jesus glorioso, como señor del universo, cabeza de la Iglesia y razón de nuestra esperanza. El Papa Francisco se une a esta celebración, en la exhortación apostólica La Alegría del Evangelio (#275) cuando nos comparte que Cristo resucitado y glorioso es la fuente profunda de nuestra esperanza, y no nos faltara su ayuda para cumplir la misión que él nos encomienda 

Que hoy al celebrar la solemnidad de la ascensión de Jesus, podamos fortalecer la alegría de llevar la buena a nueva y ser evangelizadores con Espíritu. Evangelizadores que se abren a la acción de este y se convierten en anunciadores de las grandezas de Dios, llevando la novedad del evangelio con audacia en todo tiempo y lugar: 

Contigo sube el mundo cuando subes, y al son de tu alegría matutina  

nos lanzamos los muertos de las tumbas; salvados respiramos vida pura,  

bebiendo de tus labios el Espíritu.

  

Lo que fue, lo que existe, lo que viene, lo que en el Padre es vida incorruptible, 

tu cuerpo lo ha heredado y nos lo entrega. Tu nos haces presente la esperanza,  

tu eres nuestro hermano para siempre. 

 

Cautivos de tu vuelo y exaltados contigo hasta la diestra poderosa, 

Al Padre y al Espíritu alabamos; como espigas que doblan la cabeza, 

Los hijos de la Iglesia te adoramos. Amen.  

(Parte del himno de laudes de la solemnidad)