Misión en la Escritura

Solemnidad de Jesucristo Rey del universo - 25 de noviembre, 2018

Written by Equipo MISSIO | Nov 19, 2018 7:17:54 PM

 

Él hizo de nosotros un reino de su Padre 

Reflexiones sobre las lecturas de la Solemnidad de Jesucristo Rey del universo (25 de noviembre, 2018): Dn 7,13-14; Salmo 92; Ap 1,5-8; Jn 18,33b-37 

MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.

"Tú lo dices: soy rey.”

Llegamos al término del calendario litúrgico B, la Iglesia celebra la solemnidad de Jesus como Rey del universo. Esta celebración tiene profundo significado teológico, pues no solo es el punto de llegada de una serie de lecturas bíblicas dominicales, sino que recuerda a la comunidad que Jesucristo, constituido Señor del universo, es la meta de la historia. Punto de llegada de la jornada humana y las lecturas de hoy nos lo refirmaran.  

El año calendario comienza en enero y termina en diciembre. Así, el año litúrgico comienza con el Adviento, preparando la navidad y termina con la fiesta de hoy, en honor a Cristo Rey. Esta solemnidad indiscutiblemente nos da la oportunidad de meditar en tres temas importantes: El Reino de Dios, El mesianismo de Jesus y la relación entre ellos dos. 

A través de la historia hemos conocido muchos imperios, por ejemplo, el imperio persa, con Alejandro Magno, el imperio romano, etc. Aunque cada uno tiene diferentes razones y contexto históricos, estos imperios han sido fruto de acciones políticas y militares. El Reino que Jesus proclama es un llamado a vivir en libertad, es una invitación a aceptar un programa de vida expresado-profunda y sencillamente en las bienaventuranzas.  

El mesianismo de Jesus, no es solo una promesa histórica, de la llegada de un Mesías hecha al pueblo de Israel para el final de los tiempos. Es una realidad presente en medio de nosotros en el “ya pero todavía no” que nos presenta la escatología cristiana, Donde se nos invita a ser parte de este mesianismo a ejemplo de Cristo y convertirnos en los discípulos mensajeros. El Señor nos pide nuestra participación en la construcción de este Reino, aquí y ahora.  

El Reino y el mensajero, Jesus, se tornan uno solo cuando este asume el mensaje y lo encarna en el mismo, El quien asumió la condición humana y dio su vida para que nosotros tuviéramos acceso a la salvación. Nos invita por medio de nuestro discipulado a testigos de ese Reino llevando a torso la alegría del evangelio. 

Celebremos entonces a Jesus como Rey del Universo y junto al salmista digamos hoy: ¡El Señor reina, vestido de majestad!