Dios da la sabiduría a quiénes lo aman
Reflexiones sobre las lecturas del sexto domingo del tiempo ordinario (16 de febrero, 2020): Eclesiástico 15,15-20; Salmo 118; 1 Corintios 2,6-10; Mateo 5,17-37)
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Las lecturas de la liturgia de la palabra de hoy nos dejan saber cuál es la manera en que Dios actúa en medio de nosotros. A través de ellas podemos visualizar la lógica de Dios quien trata de salvar al ser humano del pecado. Entendiendo este como esa tendencia presente en el interior de la persona que la lleva a encerrarse en sí misma, en sus propios límites humanos, sin abrirse al amor.
“Si quieres, guardarás los mandatos del Señor, porque es prudencia cumplir su voluntad.” La primera lectura del libro del eclesiástico trata sobre el tema mencionado y la libertad que el ser humano tiene frente a esta acción salvadora de Dios. Reconociendo a la vez la inmensa sabiduría de Dios y el don de la libertad de la persona para elegir entre lo bueno y lo malo, entre la vida o la muerte.
En la primera carta a los Corintios, Pablo menciona una sabiduría que no es de este mundo, una sabiduría que es de Dios, de una realidad superior. Un conocimiento escondido, inalcanzable que nada tiene que ver con el conocimiento de este mundo, sabiduría de Dios que solo comunica a los que ama: "Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman."
Mateo mientras tanto en su evangelio nos continua la secuencia de los domingos pasados: Las bienaventuranzas, luego las exigencias de la ley de Moisés y ahora nos continúa hablando de la ley. Debemos de recordar que Mateo escribe su evangelio para una comunidad de judíos que se han convertido al cristianismo, pero sin dejar de ser judíos. El tema de la ley en este evangelio está dedicado a esta comunidad concreta, que difiere de la nuestra. Obviamente también tiene un sentido universal de la misma. Pero es importante este detalle que nos ayuda en dos dimensiones; primero, entendemos entonces el énfasis de en la misma y segundo, nos ayuda a no judaizar innecesariamente el sentido de la misma ley para el resto.
Que en esta celebración nos dispongamos para recibir esa sabiduría de lo alto y podamos proclamar junto con el salmista: ¡Dichoso el que camina en la voluntad del Señor!