Sigan mi ejemplo como yo sigo el de Cristo
Reflexiones sobre las lecturas del VI domingo del tiempo ordinario - (14 de febrero 2021): Lev 13,1-2.44-46; Salmo 31; 1Cor 10,31–11,16; Mc 1,40-45
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Jesus hombre – Dios se revela poco a poco a sus discípulos en la misma medida en estos van teniendo una intimidad más cercana con él.
Llegamos al VI domingo del tiempo ordinario y con él nos ponemos a la puerta del tiempo de cuaresma. Las lecturas de la liturgia de la palabra nos comentaran historias que nos hablan sobre la ley en el antiguo testamento y la acción de Jesus para llevar esta ley a la plenitud. Pidamos a Dios que hoy nos regale su Espíritu para poder discernir el mensaje que nos quiere dar a través de estas lecturas.
En los tiempos de Jesus se llama lepra a todas las enfermedades contagiosas de la piel. Por lo que quienes las padecían debían vivir aislados de la sociedad y no podían tener ningún contacto físico con nadie. El libro del Levítico en la primera lectura nos presenta la realidad de esta situación en el Antiguo testamento. Además. La lepra era vista como falta de la integridad corporal para el culto a Dios y le correspondía al sacerdote diagnosticar a una persona como leprosa. También confirmar la curación de la misma y realizar el ritual de purificacion para reintégrala a la comunidad.
Jesus al sanar al leproso hace dos acciones extremas: Primero rompe una tradición cultural y segundo lleva la ley a la plenitud, poniendo a la persona en el centro de la acción. Con esto Jesus también posibilita que el sacerdote declare ritualmente puro a la persona sanada de la lepra, es por esa razón que lo envía a él.
En esta historia Jesus también le dice a la persona que sano de la lepra: “no se lo digas a nadie” ante de enviarlo al templo. Este es el conocido “silencio mesiánico” que el evangelista Marcos menciona varias veces. Hay muchos comentarios de los exegetas a cerca de este “silencio mesiánico” pero el que vamos mencionar hoy aquí nos habla que este la identidad divina de Jesus solo es comprendida a través del discipulado. Jesus hombre – Dios se revela poco a poco a sus discípulos en la misma medida en estos van teniendo una intimidad más cercana con él.
Que hoy desde esta perspectiva de la plenitud de la ley, la dignidad de la persona humana que Jesus siempre resalta y este misterioso “silencio de Dios” nosotros sus discípulos nos preparemos para vivir a plenitud la experiencia de estar de estar cada vez más cercanos a Jesus. Que, esta cercanía nos ayude a entender el sentido de la ley y como comunidad podamos estar listos para enfrentar los retos que vivimos hoy.