“Dichosos los que crean sin haber visto.”
Reflexiones sobre las lecturas del Segundo domingo de pascua (Divina Misericordia) - (11 de abril 2021): Hechos 4,32-35: Vivían unidos; Salmo 117: Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia; 1 Juan 5,1-6: El que nace de Dios vence al mundo; Juan 20,19-31: A los ocho días, llegó Jesús
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Las lecturas de este segundo domingo de pascua en un mundo donde experimentamos los efectos de la pandemia del COVID-19 nos ayudaran a reflexionar hoy sobre la importancia de Jesus resucitado en medio de su comunidad.
"Paz a vosotros." La resurrección de Jesus tuvo un efecto transformador en sus primeros discípulos. El sentido profundo que esta tiene de recrear al ser humano y de establecer un nuevo orden es la base y el fundamento de la comunidad. Después de la muerte de Jesus la comunidad se siente se siente con miedo, insegura, desprotegida ante las represalias que puede.
La notica del sepulcro vacío no fue suficiente para libéralos del temor. Pero todo cambia cuando Jesus, que es el centro de la comunidad, aparece en medio de esta. Jesus es su punto de referencia, es factor de unidad y es fuente de vida para todos ellos. Por eso las lecturas de este segundo domingo de pascua en un mundo donde experimentamos los efectos de la pandemia del COVID-19 nos ayudaran a reflexionar hoy sobre la importancia de Jesus resucitado en medio de su comunidad
La resurrección de Jesus es la luz que nos guía y nos muestra que la vida vence a la muerte, que la esperanza al temor, que el amor al odio y de que podemos renovarnos, renacer y vencer cualquier obstáculo. Justamente el evangelio de Juan hoy nos da pistas para entender la resurrección de Jesus y la actitud de sus discípulos. Juan nos dice: Aun cuando algunos de los discípulos, incluyendo a Maria Magdalena, habían experimentado y anunciado que Jesus “ya no está” en la tumba y que habían hablado con él, los discípulos seguían encerrados en su temor. Temor que hasta cierto punto “era normal” pues enfrentaban la persecución y la muerte.
Creer en Jesus y creerle a Jesus son dos pasos importantes en el proceso de fe. Pasar del primero al segundo es necesario para madurar en este proceso. Quizás en esta realidad que vivimos hoy, donde la vida, como la fe son probadas por las circunstancias de una pandemia, valga la pena dar una mirada nueva a la actitud de Tomas y no juzgarlo de entrada como “el incrédulo” sino como aquel que necesita poner en práctica su fe, quizás porque desde su miedo a perder la vida y su vacío interior necesita una muestra más clara del amor de su Señor. Así podremos entender las diferentes actitudes de nosotros frente a nuestra fe y la realidad de hoy. Hoy reafirmamos que Dios nos ama siempre.
Recibamos al resucitado y recordemos las palabras que el Papa Francisco nos compartió el pasado domingo de ramos: “Dejarse sorprender por Jesús “para volver a vivir, porque la grandeza de la vida no está en tener o en afirmarse, sino en descubrirse amados". "La grandeza de la vida está precisamente en la belleza del amor".”