La palabra se hizo carne y puso su morada entre nosotros. ¡Aleluya, Aleluya!
Reflexiones sobre las lecturas de Santa Maria, Madre de Dios. Solemnidad - (1 de enero 2021): Nm 6,22-27; Salmo 66; Gál 4,4-7; Lc 2,16-21
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Jesus nacido de mujer y bajo la ley, llega en medio de la debilidad, en la pobreza, fuera de la ciudad, en un pesebre pobre para solidarizarse con los humildes, sencillos y marginados. Maria la mujer, que acepto ser instrumento de Dios para comenzar esta historia de encuentro entre lo Divino y lo Humano.
"El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz.” Esta bendición que en el pueblo judío paso de generación a generación llega hoy a nosotros los cristianos. No se trata de bendiciones mágicas, sino de una combinación de la acción de Dios en nosotros, que debe pasar a la acción de nosotros mismos para llevarla a su cumplimiento.
Una bendición que nos hace protagonistas en la búsqueda de la paz. Paz con nosotros mismos y paz en nuestras familias y comunidades. Paz de Dios y con Dios. Hoy más que nunca necesitamos recordar y compartir esta bendición entre nosotros. Pues somos herederos de ella.
En este tiempo que hacemos nuevas promesas, que queremos empezar una nueva página en nuestras vidas, que buscamos olvidar/corregir errores, que queremos comenzar con buen pie y darnos una nueva oportunidad. Que mejor que comenzar con una bendición. Bendigamos al señor por todo lo que hemos vivido y por el nuevo 2021 que esta delante de nosotros con nuevas oportunidades y Dios nos alumbrar el camino para ser protagonistas de un mundo mejor, discípulos misioneros de Jesus en un mundo que necesita escuchar y recibir esta buena nueva de bendición.
Jesus nacido de mujer y bajo la ley, llega en medio de la debilidad, en la pobreza, fuera de la ciudad, en un pesebre pobre para solidarizarse con los humildes, sencillos y marginados. Maria la mujer, que acepto ser instrumento de Dios para comenzar esta historia de encuentro entre lo Divino y lo Humano. A través de este acto de Amor, Dios ya no bendice solamente de palabra, sino con la presencia de su hijo. Y con el nadie queda marginado de esta realidad.
Que este 2021 sea Maria, la madre de Dios y madre nuestra, la que nos ayude también a estar dispuestos, con los ojos abiertos y el corazón palpitante para que seamos signos activos de bendición. Que con nuestras acciones y con nuestra voz podamos compartir tan profunda bendición en nuestra familia y comunidad y que juntos superemos todos los retos y vayamos al encuentro de la paz
Señor Dios, que por la maternidad virginal de Maria has dado a los hombres (y mujeres) los tesoros de la salvación, haz que sintamos la intercesión de la virgen Madre, de quien hemos recibido al autor de la vida. Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro. Que vive y reina contigo. (de la liturgia de las horas)