El Señor revela su salvación. ¡Aleluya, aleluya!
Reflexiones sobre las lecturas de Santa Maria, Madre de Dios (1 de enero, 2020): Nm 6,22-27; Salmo 66, Gál 4,4-7; Lc 2,16-21
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
"El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz.” Esta bendición que en el pueblo judío paso de generación a generación llega hoy a nosotros los cristianos. No se trata de bendiciones mágicas, sino de una combinación de la acción de Dios en nosotros, que debe pasar a la acción de nosotros mismos para llevarla a su cumplimiento.
Una bendición que nos hace protagonistas en la búsqueda de la paz. paz con nosotros mismos y paz en nuestras familias y comunidades. Paz de Dios y con Dios.
¿a quién/es le darías tu esta bendición hoy?
¿Cómo nos asegurarnos que esta bendición llegue a otras generaciones?
En este tiempo que el nuevo año 2020 comienza, y que hacemos nuevas promesas, que queremos empezar una nueva página en nuestras vidas, que buscamos olvidar/corregir errores, que queremos comenzar con buen pie y darnos una nueva oportunidad. Que mejor que comenzar con una bendición. Bendigamos al señor por todo lo que hemos vivido hasta el 2019 y que en este nuevo año que esta delante de nosotros con nuevas oportunidades, Dios nos alumbre el camino y nos de fortaleza para ser protagonistas de un mundo mejor, discípulos misioneros de Jesus en una Iglesia en salida que quiere ir a las periferias existenciales fortaleciendo la esperanza en búsqueda de la paz con justicia
Jesus, el mesías, el Dios con nosotros, nacido de mujer y bajo la ley, llega en la contradicción de la debilidad, de la pobreza, nace fuera de la ciudad, en un pesebre pobre para solidarizarse con los humildes y sencillos. Para hacerse humano a través de Maria la mujer, que acepto ser instrumento de Dios para continuar esta historia de encuentro entre lo Divino y lo Humano. A través de este acto de Amor, Dios ya no bendice solamente de palabra, sino con la presencia de su hijo. Y con él, nadie queda marginado de la salvación.
Que este nuevo año sea Maria, la madre de Dios y madre nuestra, la que nos ayude también a estar dispuestos, a estar con los ojos abiertos y el corazón palpitante para que, seamos signos activos de bendición. Que con nuestras acciones y nuestra voz podamos compartir tan profunda bendición en nuestra familia y comunidades. Para que así, juntos vayamos al encuentro de la paz: Que el Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz.