Grande es el Señor y muy digno de alabanza
Reflexiones sobre las lecturas de la Santa Kateri Tekakwitha. Memorial. (14 de julio, 2020):Is 7,1-9; Salmo 47;Mt 11,20-24
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Sta. Kateri Tekakwitha, llamada “el lirio de los Mohawks,” nació en 1656 cerca de Auriesville, en el estado de New York.
Celebramos en este martes el memorial a Santa Kateri Tekakwitha, quien es la primera santa procedente de las tribus indígenas de Norte América. Su presencia y ejemplo nos recuerda la misión de la Iglesia, la cual es llevar la buena de salvación a todos los pueblos de la tierra.
A la misma vez, Santa Kateri nos muestra que la diversidad de culturas ha sido una realidad intrínseca a esta misión eclesial. La búsqueda de la integración de culturas, idiomas y costumbres, que llamamos; Unidad en la diversidad en los pueblos del continente americano, como en los de otros continentes, tiene una historia de conquista, supervivencia y lucha que debe ser mejor conocida y reivindicada.
Sta. Kateri Tekakwitha, llamada “el lirio de los Mohawks,” nació en 1656 cerca de Auriesville, en el estado de New york. Su mama pertenecía al grupo de los Algonguin y era católica, su padre era jefe de la tribu Mohawk perteneciente al grupo de los Haudenosaunee. Kateri, fue adoptada por su tío, cuando perdió a sus padres y a su hermano debido a una epidemia de viruela. Sta Tekakwitha se convirtió al cristianismo a la edad de los 18 años.
Debido a su decisión de practicar y llevar una vida cristiana, sufrió mucho y se vio forzada a escapar a Canadá, a una misión jesuita para indígenas que se habían convertido al catolicismo. Sta Kateri fue conocida por su profunda vida de oración y su especial devoción a la eucaristía. Murió a la edad de veinticuatro años, fue declarada beata por el Papa San Juan Pablo II en 1980 y canonizada por el Papa Benedicto XVI en octubre 21, 2012.
Pidamos hoy a Sta Kateri Tekakwitha que, a través de su intercesión, podamos recibir la riqueza de los pueblos originarios en los diferentes continentes y que la buena nueva de Jesus nos ayude a integrar esos valores y que juntos en la iglesia a sola voz podamos ser alabanza a nuestro Dios trino y uno:
“Oh Dios, que permitiste con tu gracia que la Virgen Santa Kateri Tekakwitha floreciera entre los nativos de Norte América en una vida ejemplar, concédenos que, a través de su intercesión, que cuando todos nos reunamos en tu Iglesia, cada nación, tribu y lengua, pueda magnificarte en un solo cántico de alabanza. A través de nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.”