Llenaré de gloria el Templo
Reflexiones sobre las lecturas de San Vicente de Paul, sacerdote (27 de septiembre, 2019): Ag 2,1-9; Salmo 42; Lc 9,18-22
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
San Vicente de Paul nació el 24 de abril de 1581, en la diócesis de Dax, cerca de los perineos franceses, falleció el 27 de septiembre de 1660. Canonizado en 1737 y declarado patrono de las obras de caridad de toda la Iglesia en 1885.
Hoy que celebramos su memoria, la liturgia de la palabra nos trae textos bíblicos que giran alrededor de la fe, el discipulado y el mismo Jesus como centro de las dos primeras. La primera lectura del libro de Ageo, conocido como el profeta de la renovación del culto y la ley, quien vivió el difícil proceso del regreso de los exiliados a Jerusalén en el año 538 a. C.
Este proceso de reintegración del pueblo judío, donde las pocas familias que se quedaron en Jerusalén no aceptaron a los recién llegados. Situación que creo divisiones e impidió la reconstrucción del templo. En este contexto el profeta Ageo llamo a la unidad, a la confianza en Dios y profetizo que el nuevo templo seria signo de la unidad de todas las naciones, y que así brillaría la gloria de Dios, que traería finalmente la paz.
La lectura del evangelio de Lucas nos trae la doble pregunta de Jesus a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que soy yo?" "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” Siendo Lucas el evangelista del Espíritu Santo, él nos muestra en todo su evangelio la acción del Espíritu a través de la historia de salvación. A la vez que nos presenta a Jesus como Señor y Salvador. Pedro al responder a Jesus y decirle: "tú eres el Mesías de Dios.” Hace una confesión de fe que reafirma todo el contexto de este evangelio. Poniendo a Jesus como centro de la historia de salvación.
San Vicente de Paul, Sacerdote. Nos entrega una experiencia misionera llena de una sabiduría espiritual y de un realismo pastoral; a la vez, también nos motiva y nos reta a seguir al igual que él, Inculcando en nosotros mismos y en los demás “El Espíritu del señor.” Experiencia que condensa en cinco virtudes fundamentales: La sencillez, la mansedumbre para con el prójimo, la humildad para consigo mismo, la penitencia y el celo pastoral. Estas dos como parte dinámicas de las primeras tres.
Que Hoy junto a Pedro y a San Vicente de Paul podamos responder a Jesus y proclamar junto al salmista: “Envía Señor tu luz y tu verdad: Que ellas me guíen y me conduzcan hasta tu monte santo, hasta tu morada.”
