¡Señor, haznos instrumentos de tu paz!
Reflexiones sobre las lecturas de San Francisco de Asís (4 de octubre, 2019): Bar 1,15-22; Salmo 78; Lc 10,13-16
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Las lecturas que nos presenta la liturgia de la palabra hoy nos llegan del libro de Baruc y del evangelio de Lucas. Estas nos hablaran de temas difíciles, como el rechazo de parte de algunas ciudades a Dios en el antiguo testamento y en el nuevo testamento, el rechazo al mensaje de Jesus. Para los discípulos misioneros hoy, estos temas, también deben ser reflexionados muy cuidadosamente. Jesus en el mismo evangelio de Lucas, les habla a los discípulos de “sacudirse el polvo de las sandalias” en caso de no ser recibidos en algún lugar.
Al mismo hoy celebramos a San Francisco de Asís, cuya historia de gracia y conversión, integra elementos importantes para esta reflexión, ya que el, por el contrario, nos trae en su historia, una respuesta fiel y generosa a la llamada de Dios. En las lecturas de hoy y en la vida de San Francisco, podemos ver como el ser humano sin Dios pierde su fundamento y su dirección. Pero, por otro lado, al permitirse ser encontrado por Jesus y, decidir seguirlo, amarlo y llevarlo a otros, convierte al mismo ser humano, en su discípulo, listo para la misión de ser instrumento de justicia y paz, fraternidad, pobreza, humildad, caridad, respeto y defensa de la naturaleza.
El testimonio de San Francisco de Asís hoy en un mundo marcado por la secularización, donde los discípulos misioneros pueden ser y/o sentirse rechazados, es un testimonio profético; ya que gran parte de su vida temprana, Francisco fue católico, pero su fe era secundaria y solo buscaba las satisfacciones y gloria humana. El, nos muestra el camino y nos motiva a seguirlo para renovar las raíces de nuestro cristianismo y ponerlo en el contexto de hoy.
La conversión de San Francisco de Asís y su excepcional modelo de vida consagrada lo convierte en un discípulo misionero excepcional. Profeta de la paz, protector de la creación y apóstol de los pobres y necesitados. Que el acompañe los esfuerzos misioneros de cada uno y de la Iglesia, aun en lugares y condiciones donde el mensaje es rechazado. Que el nos ayude a ser instrumentos de justicia, paz, caridad y respecto entre los seres humanos y con la naturaleza. ¡Feliz día de San Francisco!