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Reflexiones sobre las lecturas de San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia - (28 de agosto 2021): 1Tes 4,1-8; Salmo 96; Mt 25,1-13
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
San Agustín como hombre de éxito lo tiene todo, pero mantiene viva la inquietud de la búsqueda más profunda del sentido de la vida. Inquietud que no le permite a su corazón “dormirse en el éxito.”
Celebramos este sábado 28 de agosto, la memoria a San Agustín, Obispo y doctor de la Iglesia. El papa Francisco en el 2013 durante la homilía de la misa de apertura 184 capitulo general de la orden de San Agustín, presento un retrato de este santo. Centrando su mensaje en lo que pudiéramos llamar para nuestra reflexión de hoy: San Agustín, el santo de las inquietudes.
El papa Francisco se pregunta: ¿Qué intención fundamental vive San Agustín en su vida? Y a la vez nos lanza la siguiente pregunta: ¿Qué inquietudes nos invita a tener y mantener vivas en nuestras vidas este santo?
La primera es la inquietud de la búsqueda espiritual: San Agustín vive la experiencia espiritual de muchos jóvenes de todos los tiempos, especialmente los de este siglo XXI: Educado en la fe cristiana por su madre Monica, no encuentra en esta, respuestas a las inquietudes de su corazón y se aleja. Encontrando otras propuestas es atraído por ellas. Entonces forma parte del grupo de los maniqueos. Vive una vida de diversión despreocupada y emprende una brillante carrera de profesor de retórica que lo lleva al éxito.
San Agustín como hombre de éxito lo tiene todo, pero mantiene viva la inquietud de la búsqueda más profunda del sentido de la vida. Inquietud que no le permite a su corazón “dormirse en el éxito.” De esta manera, descubre que Dios lo esperaba y que él, siempre lo ha buscado primero.
La segunda inquietud es precisamente la del corazón no adormecido, la inquietud que lo lleva a la búsqueda de la verdad, que lo hace dar los pasos necesarios para ir al encuentro personal con Cristo. Esta búsqueda lo hace descubrir que ese Dios al que consideraba lejano, es más cercano y humano de lo que el mismo entendía.
La tercera y última inquietud es la búsqueda del Amor. Ese encuentro con Dios, se hace inquietud por conocer más sobre el amor y de salir de sí mismo para contárselo a otros. Inquietud que hace buscar siempre el bien del otro. Que lleva a amar no de una forma abstracta, solo de palabra, sino de manera concreta al hermano que está cerca de nosotros o necesita de nosotros.
Que esta celebración del santo de las inquietudes hable al corazón de todos, en especial a los que se encuentra alejados, que no desistamos nunca en dejarnos encontrar por Dios. Que cada uno siempre mantengamos vivas las motivaciones del corazón, para que este pueda descansar en su creador: Dios, que es Amor, que es Verdad y que es vida en abundancia.