El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante
Reflexiones sobre las lecturas del quinto domingo de pascua (29 de abril, 2018): Hch 9,26-31; Salmo 21; 1Jn 3,18-24; Jn 15,1-8
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
En este quinto domingo de pascua Jesus nos presenta la figura de la vid para describirnos lo que es él en relación con nosotros como sus discípulos.
Las lecturas de hoy también nos darán ciertos testimonios sobre lo que implica estar adheridos a la vid, que es Jesus.
La primera lectura de los hechos de los apóstoles nos cuenta que la integración de Pablo a la naciente comunidad cristiana, después de ser un perseguidor de la misma; causo muchos conflictos y a la vez produjo muchos frutos. Como era natural, causo desconfianza entre los discípulos, Bernabé, acompaño tanto a Pablo como a la comunidad a que esta lo aceptara y a que este se sintiera aceptado. Finalmente, esta lectura nos cuenta la manera pacífica en que la Iglesia se establecía por la acción del Espíritu Santo.
La segunda lectura de la primera carta de Juan nos envía un mensaje claro de adherencia a Jesus: si permanecemos en Cristo y retomando su vida y su amor, viviremos como hijos de Dios. Si por alguna razón fallamos, solo tenemos que volver a él. Pues, estar adherido a Jesus implica vivirlo en cada momento de nuestra vida.
La vid es el símbolo con que, en el evangelio de hoy, Jesus presenta la relación entre él y nosotros; mencionando diferentes situaciones, esta lectura, nos describe que en esta relación hay altos y bajos, cortes y podas, fuego y fruto, todo como parte de un proceso de conversión continua, donde el mismo nos ayuda a dar el fruto en cada etapa del proceso. Todos estamos llamados a tomar la opción de adherimos a Jesus y ser discípulos, y así dar el fruto esperado.
Que, en este quinto domingo de Pascua, reafirmemos que somos sarmientos y que queremos continuar adheridos a vid que da vida, Jesus resucitado. Para junto con el dar frutos y frutos en abundancia.
