Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra
Reflexiones sobre las lecturas de Pentecostés - (23 de mayo 2021): Hechos 2,1-11; Salmo 103; 1 Corintios 12,3b-7.12-13; Juan 20,19-23
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
El Espíritu Santo, se hace presente hoy..., trayéndonos la fuerza de Jesus resucitado y glorioso y a la vez, uniéndonos en el Amor del Padre.
¡Hoy es Pentecostés el nacimiento teológico de la Iglesia! A través de la experiencia de la llegada del Espíritu Santo los discípulos temerosos se convirtieron en proclamadores valientes de la alegría del evangelio
“Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería.” La primera lectura de la misa del día de esta solemnidad nos llega del libro de los Hechos de los Apóstoles y nos da detalles sobre el hecho concreto de Pentecostés. Con este se inaugura la era del Espíritu Santo en la historia de salvación. Jesus resucitado y glorioso actúa en la historia cumpliendo su promesa.
“Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todo hemos bebido de un solo Espíritu.” La segunda lectura de la primera carta a los Corintios nos presenta una bella síntesis de la acción del Espíritu Santo quien lleva a la comunidad de discípulos misioneros a la plenitud de la verdad y los enriquece con los carismas y dones para la edificación de esta.
“Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en su casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: "Paz a vosotros." La lectura del evangelio de Juan nos trae su propia interpretación sobre el origen de la Iglesia. Interpretación que tiene como protagonista al El Espíritu Santo. los discípulos un grupo muy humano, lleno de miedo a los que Jesus resucitado llena de paz y gozo.
Jesus funda su iglesia con ese grupo de discípulos, fortaleciéndolos y transformándolos con la fuerza de su espíritu. A través de esta acción Jesus une esta fuerza renovadora del Espíritu a su presencia resucitada y al Amor del Padre. Completando así, la presencia trinitaria de Dios en la historia de salvación.
El Espíritu Santo, se hace presente hoy, como se hizo presente en pentecostés, trayéndonos la fuerza de Jesus resucitado y glorioso y a la vez, uniéndonos en el Amor del Padre. Que nuestra voz y oración se levante para pedir juntos en medio de esta pandemia del COVID-19: Irrumpe en nuestras vidas, Espíritu Santo, y ayúdanos a renovar nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor hoy y aquí.