He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra
Reflexiones sobre las lecturas de Nuestra Señora del Rosario. Memoria (7 de octubre, 2020) Hechos 1:12-14; Interleccional Lucas 1:46-55; Lucas 1:26-38
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Hoy la liturgia nos permite celebrar, en este sentido, la grandeza de Maria en su intercesión por nosotros de manera particular por medio de la oración del Rosario.
“Cada vez que tomamos el Rosario en nuestras manos y lo rezamos, damos un paso adelante, hacia la gran meta de la vida” esta frase pronunciada por el papa Francisco en agosto 2019 durante la celebración de la asunción a la virgen Maria, es una invitación a acercarnos a la oración del Santo Rosario. Es una invitación a mantener los ojos abiertos a las grandezas del cielo. Donde Maria esta y cuida por nosotros. Especialmente durante este tiempo tan difíciles de la pandemia y sus consecuencias.
Hoy la liturgia nos permite celebrar, en este sentido, la grandeza de Maria en su intercesión por nosotros de manera particular por medio de la oración del Rosario. Con esta oración, con el Rosario, Maria nos invita a adorar a Dios, como ella lo hizo y lo sigue haciendo.
Por medio del Rosario, Maria, también nos invita a que, a dejar que la gracia de Dios llegue a nuestra vida, a nuestra familias y comunidades, debemos abrir nuestras vidas a esa presencia de Dios. Ya que él es el único y el que nos guiará hacia el camino verdadero y nos dirá que debemos cambiar.
Octubre es el mes del rosario, el papa Francisco invita toda la Iglesia a rezarlo cada día para pedir la protección de la Iglesia frente al maligno quien siempre pretende separarnos.
Con esta solicitud de intercesión, el Santo Padre pide a los fieles de todo el mundo que recen para que la Santa Madre de Dios, ponga a la Iglesia bajo su manto protector, para defenderla de los ataques del maligno, el gran acusador, y hacerla, al mismo tiempo, siempre más consciente de las culpas, de los errores, de los abusos cometidos en el presente y en el pasado, se comprometida a luchar sin ninguna vacilación para que el mal no prevalezca.
Que, en esta celebración de la virgen del Rosario, podamos reconocer la presencia de Maria con nosotros, ella que es la mujer del sí, nos enseñe a confirmar nuestro discipulado. Que Maria, la estrella de la nueva evangelización interceda para que esta nueva etapa sea acogida por todos. ella la mujer de la oración y la mujer de fe nos acompañe siempre. Que el rezo del rosario fortalezca a nuestras familias y comunidades, nos acerque más a Dios y prepare para ser familias fecundas y servidoras del Reino de la justicia, de la paz y del perdón.