El tiempo en que la madre dé a luz
Reflexiones sobre las lecturas de la Natividad de la Virgen Maria - (8 de septiembre 2021): Miq 5,1-4a; Salmo 12; Mt 1,1-16.18-23
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Hoy en el natalicio de nuestra madre Maria, pidamos que podamos darle “un estilo mariano” a nuestras vidas, familias, Iglesia y sociedad.
¡Feliz cumpleaños Madre nuestra! Hoy celebramos el nacimiento de la madre del Evangelio viviente.: ¡Jesus nuestro Señor y salvador! Hoy celebramos también su intercesión por todos nosotros, sabemos que esa intercesión fortalece a la Iglesia para seguir en su renovación evangelizadora.
La santísima virgen Maria se dejó conducir por el Espíritu, en un itinerario de fe hacia un destino de servicio y fecundidad. Esta mujer: Madre, esposa, hermana y amiga debe ser nuestra estrella guía en la vida. Ella es la estrella de la evangelización que lleva a la Iglesia a puerto seguro.
Hoy que celebramos su nacimiento, con el que inicio su itinerario de fe, su peregrinación, debemos voltear nuestra mirada hacia ella y pedirle para que nos ayude a continuar anunciando este mensaje a todos y que como discípulos de Jesus, ella se quede con nosotros, especialmente en las etapas de aridez y de cierta fatiga. Nadie mejor que ella para entendernos y acompañarnos en esos momentos.
Hoy en el natalicio de nuestra madre Maria, pidamos que podamos darle “un estilo mariano” a nuestras vidas, familias, Iglesia y sociedad. Que este estilo mariano nos lleve a recibir la invitación del Papa Francisco quien nos dice: “Cada vez que miremos a Maria volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño. En ella vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes, mirándola descubrimos que la misma que alaba a Dios porque “derribo de su trono a los poderosos” y “despidió vacíos a los ricos” es la que pone calidez de hogar en nuestra búsqueda de justicia. (EG #288) Maria sabe reconocer la huella del Espíritu de Dios en los grandes y pequeños acontecimientos:
María, mujer de la escucha, haz que se abran nuestros oídos; que sepamos escuchar la Palabra de tu Hijo Jesús entre las miles de palabras de este mundo; haz que sepamos escuchar la realidad en la que vivimos, a cada persona que encontramos, especialmente a quien es pobre, -necesitado, tiene dificultades.
María, mujer de la decisión, ilumina nuestra mente y nuestro corazón, para que sepamos obedecer a la Palabra de tu Hijo Jesús sin vacilaciones; danos la valentía de la decisión, de no dejarnos arrastrar para que otros orienten nuestra vida.
María, mujer de la acción, haz que nuestras manos y nuestros pies se mueven “deprisa” hacia los demás, para llevar la caridad y el amor de tu Hijo Jesús, para llevar, como tú, la luz del Evangelio al mundo. Amén. (Papa Francisco)