Misión en la Escritura

La transfiguración del Señor - 6 de agosto, 2020

Written by Equipo MISSIO | Aug 4, 2020 7:07:16 PM

¡El encuentro con Jesus llena el corazón y la vida!

Reflexiones sobre las lecturas de La transfiguración del Señor (6 de agosto, 2020): Dn 7,9-10.13-14; Salmo 96; 2Pe 1,16-19; Mateo 17,1-9  

MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.

Los discípulos fueron entendiendo poco a poco y articulado lo que ahora llamamos evangelización... 

El texto de la transfiguración se encuentra en el evangelio de Mateo entre el primero y segundo anuncio de la pasión.  Jesus en su propio camino y frente a la posibilidad de la muerte, hace experimentar a sus discípulos “un instante divino.” Este espacio es tan grande que excede el sentir y pensar humano.  

 

Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres hago tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.” Al experimentar la presencia divina en nosotros, el primer sentimiento y deseo es “quedarnos ahí” en esa zona segura y agradable, que la presencia de Dios nos ofrece, donde no hay que hacer más que poner nuestra humanidad limitada, frente a la fuente inagotable de vida y gracia que es Dios. Esa experiencia superaba a los discípulos: “Estaban asustados y no sabían lo que decían.” (Nos dirá el evangelista Marcos en su versión de los hechos) 

  

Si, no sabían lo que decían, pues la experiencia personal de Jesus no es para quedarse con ella; es para compartirla. Jesus en la transfiguración, transparenta su ser, su gloria y su misión, y a la vez deja a sus discípulos el ejemplo y reto de transparentar su propio ser. La misión es llevar ese mensaje a los que no conocen a Jesucristo o por alguna razón lo han rechazado. 

 

Los discípulos fueron entendiendo poco a poco y articulado lo que ahora llamamos evangelización, que no es más que la herencia que toda la comunidad de discípulos ha realizado en este caminar, recibimos la misión de anunciar este evangelio sin excluir a nadie, como dice el Papa Francisco: No como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable.” (EG #14) 

 

Que nuestra relación personal con Jesus, con sus palabras y hechos, nos comprometa como sus discípulos a no quedarnos con este tesoro, sino que nos lance a la experiencia profunda de llevar la alegría que da vida y esperanza a otros en las periferias. Que hoy que celebramos la transfiguración de Jesus, subamos al monte tabor con Jesus y luego bajemos fortalecidos para llevar este mensaje: ¡Que Jesus, el Dios y Hombre nos ayude a realizar una pastoral decididamente misionera!