Misión en la Escritura

La bienaventurada virgen Maria, Madre de la Iglesia - 1 de junio, 2020

Written by Equipo MISSIO | May 26, 2020 9:58:51 PM

Maria Madre, modelo, testigo y colaboradora misionera       

Reflexiones sobre las lecturas de la bienaventurada virgen Maria, Madre de la Iglesia (1 de junio, 2020): Gen 3, 9-15. 20 o Hechos 1, 12-14; Salmo 87; Juan 19, 25-34

MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.

En Ella, la Iglesia admira y ensalza el fruto más espléndido de la Redención.      

Hoy al celebrar la memoria de Maria como Madre de la Iglesia, tenemos la oportunidad de reflexionar y profundizar en el papel que Maria ha jugado en esta historia de salvación y desde ahí encontrar el significado profundo que tiene nuestra devoción, nuestra religiosidad popular y el sentido de evangelización desde su persona.  

En la celebración de este círculo anual de los misterios de Cristo, la santa Iglesia venera con amor especial a la bienaventurada Madre de Dios, la Virgen María, unida con lazo indisoluble a la obra salvífica de su Hijo; en Ella, la Iglesia admira y ensalza el fruto más espléndido de la Redención y la contempla gozosamente, como una purísima imagen de lo que ella misma, toda entera, ansía y espera ser.” (SC#103) 

El Concilio Vaticano II en sus documentos, sobre la liturgia: Sacrosactum Concilium (SC) y sobre la Iglesia: Lumen Gentium (LG); nos ofrecen algunas líneas fundamentales para hacer presente a Maria en la liturgia: Una de ellas es su participación junto a Cristo en la obra de salvadora, como humilde sierva de Dios. así como también su discipulado ejemplar, Maria es la discípula perfecta, que, frente al plan de Dios, dice “si” aunque sin entenderlo completamente y siguiéndolo, lo renueva en cada capítulo de la vida de Jesus y en la de ella misma.    

“Los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento y la Tradición venerable manifiestan de un modo cada vez más claro la función de la Madre del Salvador en la economía de la salvación y vienen como a ponerla delante de los ojos. (LG #55)  

Pidámosle hoy a la bienaventurada Virgen Maria, por nosotros, la Iglesia y oremos juntos:       

Dios, Padre de misericordia, cuyo Unigénito, clavado en la cruz, 
proclamó como Madre nuestra a su propia Madre, María santísima, 
concédenos, por su cooperación amorosa, que tu Iglesia, siendo cada día más fecunda, se alegre por la santidad de sus hijos y atraiga a su seno a todas las familias de los pueblos. 
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.”