El Poderoso ha hecho obras grandes por mí
Reflexiones sobre las lecturas de La asunción de la Virgen Maria (15 de agosto, 2020): Apocalipsis 11, 19a;12,1.3-6a.10gnos ab; Salmo responsorial: 44; 1Corintios 15,20-27a; Lucas 1,39-56
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Que hoy al celebrar la Asunción de Maria al cielo, nos volvamos hacia ella: Maria la misionera que también se acerca a nosotros hoy para acompañarnos por la vida...
Hoy en contexto de la pandemia del COVID-19 y sus consecuencias, celebramos la fiesta de la “asunta al cielo” como es conocida en muchos lugares, fiesta que nos invita a vivir nuestra propia existencia como presencia viva la obra de Dios. a semejanza de la vida de la virgen Maria, la cual estuvo llena acciones que permitieron que la historia de salvación fluyera con la fuerza del Espíritu Santo; convirtiéndola así en una discípula misionera determinada a decirle “SI” al plan de Dios en cualquier circunstancia.
En esta dimensión Maria, es la Madre de la evangelización, según nos lo enseña el Papa Francisco en la exhortación La alegría del evangelio, donde nos comenta sobre tres capítulos de la vida de la santísima Virgen donde podemos distinguir su aporte a la misión evangelizadora de la Iglesia:
El Papa Francisco comienza su comentario con Pentecostés, momento que él lo llama: la “explosión misionera” en donde Maria presente como discípula entre los discípulos, acompaña el momento en todos ellos son llenos del Espíritu Santo; quien reafirma y envía a la misión.
Así también, continua el Papa, al pie de la cruz, Cristo pudo ver la consoladora presencia de su madre y del amigo; y antes de ver consumada la misión que el Padre le había encomendado, pudo dejarnos a su madre, como madre de la Iglesia en salida. A esta hora suprema Cristo nos encomienda con su madre Maria, porque no quiere que caminemos sin huérfanos de ella. El Señor no quiere que a su Iglesia le falte el Icono femenino. Ella, que lo engendro con un “si,” también acompaña al resto de sus discípulos para modelar este estilo fe y acción.
Finalmente nos dice el Papa, que es Maria, en el nacimiento de Jesus, la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de Jesus, con unos pobres pañales y una montaña de ternura.
Que hoy al celebrar la Asunción de Maria al cielo, nos volvamos hacia ella: Maria la misionera que también se acerca a nosotros hoy para acompañarnos por la vida, abriendo los corazones a la fe con su cariño materno. Ella que es la estrella de la evangelización interceda para que la Iglesia continúe firme, en este momento tan difícil en el mundo, en su misión evangelizadora, que todos acojamos la invitación del Papa Francisco: “Cada vez que miremos a Maria volvamos a creer en lo revolucionario de la ternura y el cariño.” (EG# 285-288)