Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas.
Reflexiones sobre las lecturas de La asunción de la Virgen Maria - (15 de agosto 2021): Apocalipsis 11, 19a;12,1.3-6a; Salmo responsorial: 44; 1Corintios 15,20-27a; Lucas 1,39-56
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Maria, “la asunta al cielo” es la Madre de la evangelización, según nos lo enseña el Papa Francisco en la exhortación La alegría del evangelio, donde nos comenta en tres capítulos sobre la vida y lugar de la santísima Virgen...
Hoy celebramos la fiesta de la “asunta al cielo” como es conocida en muchos lugares, fiesta que nos invita a vivir nuestra propia existencia como presencia viva la obra de Dios. Ya que toda la vida de la virgen Maria estuvo llena acciones que permitieron que la historia de salvación fluyera con la fuerza del Espíritu Santo convirtiéndola en una discípula misionera dispuesta y determinada a llevar adelante el plan de Dios.
En esta dimensión Maria, “la asunta al cielo” es la Madre de la evangelización, según nos lo enseña el Papa Francisco en la exhortación La alegría del evangelio, donde nos comenta en tres capítulos sobre la vida y lugar de la santísima Virgen en la historia de salvación donde podemos distinguir su aporte a la misión evangelizadora de la Iglesia.
El Papa Francisco comienza su comentario con la “explosión misionera” en Pentecostés donde Maria, presente en medio de sus discípulos, son llenos del Espíritu Santo quien reafirma y envía a la misión. Así también, continua el Papa, al pie de la cruz, Cristo pudo ver a sus pies la consoladora presencia de su madre y del amigo; y antes de ver consumada la misión que el Padre le había encomendado, pudo dejarnos a su madre, como madre de la Iglesia.
A esta hora suprema Cristo nos lleva a Maria, porque no quiere que caminemos sin madre. El Señor no quiere que a su Iglesia le falte el Icono femenino. Ella, que lo engendro con tanta fe, también acompaña al resto de sus discípulos. Finalmente nos dice el Papa, que es Maria, en el nacimiento de Jesus, la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de Jesus, con unos pobres pañales y una montaña de ternura.
Que hoy al celebrar la Asunción de Maria al cielo, nos volvamos hacia ella. Maria la mujer, la madre, la misionera que también se acerca a nosotros para acompañarnos por la vida, abriendo nuestros corazones a la fe con su cariño materno. Ella que es la estrella de la evangelización interceda para que la Iglesia continúe firme en su misión evangelizadora, siguiendo la invitación del Papa Francisco: “Cada vez que miremos a Maria volvamos a creer en lo revolucionario de la ternura y el cariño.” (EG# 285-288)