Estando muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo
Reflexiones sobre las lecturas de IV Domingo de Cuaresma (11 de marzo 2018): 2 Crónicas 36, 14-16. 19-23; Salmo responsorial 136; Efesios 2, 4-10; Juan 3, 14-21
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
¿Como nacer de nuevo? El relato que nos trae el evangelio de Juan es parte de la conversación entre Jesus y Nicodemo que se desarrolla en el capítulo 3. Nicodemo un líder judío importante que busca a Jesus en secreto y lo llama “Rabí” término usado para los letrados y conocedores de la Ley que mostraban, a través de esta, la voluntad de Dios al pueblo. Nicodemo tiene muchas preguntas sobre la propuesta de Jesus, pero está lejos de entender el cambio radical que este propone, para Jesús, el nacimiento en el Espíritu abre el reino de Dios al ser humano; con una propuesta radical: “volver a nacer” y abrazar su propia jornada de fe para alcanzar así la plenitud de su vida y llamado.
Es aquí donde tiene lugar la segunda parte del dialogo entre Jesus y Nicodemo: Para “nacer de nuevo” Jesus, hace una síntesis a Nicodemo de lo que significa, creer en él y su propuesta del reino:
1. Reconocer el inmenso amor de Dios y aceptar a Jesus como su enviado para salvarnos y darnos la vida eterna
2. Renacer del Espíritu Santo por el bautismo y permitir que este Espíritu, siga obrando en nosotros, y
3. Aceptar la salvación que nos trae Jesus, creyendo en él, decidiendo seguirlo y ser sus discípulos en el mundo.
Que podamos entonces, junto a Pablo en la carta a los efesios, en esta cuaresma, agradecer el don de la fe en Jesus, que nos ha salvado de la muerte, con su muerte; y nos resucita a la gracia, con su resurrección. Para la fe cristiana la muerte (El pecado, la oscuridad, el odio, etc.) no tiene la última palabra. Vivir a plenitud la vida, es el llamado de Pablo a nosotros hoy. Que este llamado nos lance a vivir intensamente la vida y nuestra llamado personal y comunitario a la misión, para ser una Iglesia en salida, como nos dice el Papa Francisco, que se atreve a llegar a todas las periferias que necesitan de la luz del Evangelio (EG #20)