"Aquí estoy"
Reflexiones sobre las lecturas del III domingo de cuaresma (24 de marzo, 2019): Éxodo 3,1-8a.13-15; Salmo 102; 1 Corintios 10,1-6.10-12; Lucas 13,1-9
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
“El Señor es compasivo y misericordioso, su bondad se levanta sobre sus fieles.”
Esta es la voz que resuena este tercer domingo de cuaresma. La liturgia de la Palabra en su conjunto, nos colaboran con pasajes bíblicos que nos permiten conocer fundamentos de nuestra fe, para reflexionar sobre historia de salvación y así, poder vivir y renovar nuestro discipulado en este momento tan oportuno como lo es el de la cuaresma.
Este domingo también llegamos a un aniversario más de la conmemoración del martirio de San Romero de El Salvador. Obispo de San salvador, canonizado el pasado 14 de octubre del 2018 en Roma. San Romero, quien es uno de los mártires contemporáneos de la historia del mundo y de la Iglesia, se une este domingo a la historia de Moises, de Pablo y tantos hombres y mujeres que han sabido responder al llamado de Dios, para ser su voz, sus manos y también su corazón.
Hombres y mujeres que aprendieron a escuchar a Dios, y al escucharlo, aprendieron también que Dios es el primero que escucha “el clamor del pueblo” y que su vocación es resultado de esa escucha activa de Dios. Es a través de estos hombres y mujeres, como San Romero de América. Que Dios ha actuado en el mundo.
Su persona, sus acciones, su legado, su fe, su valentía y su amor toma sentido cuando entran en contacto con la buena nueva de Jesus y esta los lanza a salir a las periferias a llevar la buena noticia a otros, especialmente a los pobres y marginados. Como decía el Padre Ignacio Ellacuría S.J. al hablar de San Romero: “Con Mons Romero, Dios paso por EL Salvador.”
Que en esta cuaresma nos demos la oportunidad de reflexionar en la historia de salvación, en la fidelidad de Dios, en su escucha activa y en nuestra vocación o llamado, como resultado de la decisión de Dios de intervenir en la historia a través de nosotros. Que ojalá se diga que a través de nuestra vida, ministerio y acciones Dios paso por nuestra historia. Que con nuestras acciones podamos llevar la buena noticia que da esperanza, especialmente a quien más lo necesita. Las palabras ya no son suficiente, que a través de nuestras acciones Dios se haga presente en el mundo y demos mucho fruto, frutos de verdad, de justicia y de paz, de libertad, de vida y de esperanza.