Cantad al Señor un cántico nuevo
Reflexiones sobre las lecturas de la Fiesta de Santa Cecilia (Día de acción de gracias en USA) (22 de noviembre, 2018): Ap 5,1-10; Salmo 149; Lc 19,41-44
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Sta. Cecilia, Virgen y mártir, a pesar de ser una de las más conocidas santas, sabemos poco de ella.
Se cree que nació en Roma en una familia importante. Ella es una de las 7 mártires mencionadas por Canon romano. Es la santa que protege a los músicos. Su culto se difundió en el año VI, a través del relato de su martirio, donde es mencionada como ejemplo de virtudes cristianas. Oremos a Sta Cecilia para que nos ayude a fortalecer nuestras virtudes y todos aquellos que son músicos para que ella los guie, fortalezca y ayude a dar buen fruto.
Las lecturas de este día nos presentan a Jesus en el evangelio de Lucas, llorando por Jerusalén, el llora por su pueblo, por su corta visión y su profunda prepotencia, la cual les impide ver más allá de su propia realidad. Jerusalén no pudo creer que Dios los visitaba a través del Mesías. Triste realidad de un pueblo que no puede distinguir su bendición.
Por último, este día en Estados Unidos se celebra la fiesta de acción de gracias, una fiesta nacional para dar “dar gracias” por la cosecha, aunque históricamente tiene fechas y razones diferentes, Estados Unidos, comparte con varios países, como Canadá, Brasil Alemania y Japón, el espíritu de tener una “acción de gracias.” Espíritu que transciende hoy por hoy, religiones y creencias y, tiene sus raíces en la historia de los pueblos originales en el continente americano y en tradiciones inglesas a partir de la reforma protestante. Este día es un “festival de la cosecha” donde los miembros de las familias y amigos viajan desde puntos geográficos diferentes y muchas veces alejados, para encontrarse y juntos celebrar una cena. Para muchas familias y amigos es la única fiesta en que están juntos para celebrar lo que son, lo que han recibido y fortalecer sus lazos de solidaridad y amor para seguir adelante.
Las celebraciones de este día nos recuerdan y motivan a dar gracias por ser pueblo de Dios, pues esa cercanía con Dios nos debe hacer de cada uno de nosotros un pueblo visionario, Un pueblo que sabe reconocer la presencia de Dios y su plan. Un pueblo que sale de sí mismo para ir a la misión, más allá de su propia cotidianidad y lleva la alegría del evangelio a la vida. Jesus con su pasión, muerte y resurrección nos ha elegido y nos ha comprado para hacernos uno en él. Demos gracias a el y vayamos a la misión con renovada fuerza y visión.
