¿Acaso no estoy aquí yo, que soy tu madre?
Reflexiones sobre las lecturas de la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe. Patrona de las américas. (12 de diciembre 2020):Zac 2,14-17; Salmo 95; Lc 1,39-45
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Hoy es fiesta y celebraremos, aunque esta Epidemia nos limite en nuestro acercamiento físico, no puede cambiar nuestro sentido de comunidad, en especial en este adviento y en la fiesta a nuestra patrona de las Américas: ¡La virgen de Guadalupe!
Hoy es día de fiesta, Hoy es fiesta y estamos alegres a pesar de que no podemos de realizar serenatas comunitarias, compartir comida y tener encuentros en parroquias y casas. Hoy celebraremos, pero también estaremos cuidándonos unos a otros para guardar distancia física y prevenir cualquier contagio del COVID-19. Hoy es fiesta y celebraremos, aunque esta Epidemia nos limite en nuestro acercamiento físico, no puede cambiar nuestro sentido de comunidad, en especial en este adviento y en la fiesta a nuestra patrona de las Américas: ¡La virgen de Guadalupe!
Hoy es el día de Maria, la Madre de Dios, bajo la advocación de la guadalupana. hoy, como en el Tepeyac, se acerca a nosotros y toma nuestra realidad, nuestra propia cultura, lenguaje y acento para asegurarnos que para Dios existimos y que, en él, nos movemos.
¿Qué nos dice la Guadalupana hoy?
Hoy subimos al Tepeyac de nuestra existencia y nos detenemos, nos encontramos con ella y la escuchamos. Maria de Guadalupe, como a San Juan Diego, sale hoy a nuestro paso y nos pide que le construyamos un templo, si aquí mismo en nuestro ser.
¿Cómo podemos construir o renovar nuestro ser como un templo donde pueda morar Dios, acompañado de su madre?
Hoy en medio de esta pandemia del COVID-19 y sus consecuencias, Maria de Guadalupe nos dice también: “No se turbe su corazón” pues conoce nuestro caminar, nuestras preocupaciones, nuestros anhelos y sueños y nos pide descansar en ella como madre nuestra.
¿Podemos o queremos en este adviento y esta realidad, descansar en Maria de Guadalupe para que ella nos presente ante Jesus?
Así como en pentecostés, Maria estuvo en medio del resto los discípulos de Jesus e hizo posible el nacimiento de la Iglesia. Así ella, nos acompañe con su presencia milagrosa de la Guadalupana a renovar nuestro ser como Iglesia en salida, una Iglesia que se lanza en una Misión permanente a las periferias con fe y creatividad. Una Iglesia que lleva el mensaje de alegría del evangelio en sí misma.
Que Maria de Guadalupe. Nuestra madre, nos inspire respeto a los valores de cada cultura, reconociendo en estos, las semillas del evangelio. Que ella nos ayude a fortalecer la unidad en la diversidad. Oremos también a nuestra señora de Guadalupe, patrona de las Américas, para que, en este tiempo de pandemia, de dolor, enfermedad, muerte y confusión. Maria de Guadalupe este con todos nosotros.