Dios lo exaltó
Reflexiones sobre las lecturas de la Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre, 2018): Num 21,4-9; Salmo 77; Flp 2,6-11; Jn 3,13-17
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
La cruz es el signo que representa al cristianismo, así como la estrella de las seis puntas representa al judaísmo, la media luna al islamismo.
La cruz dentro de las diferentes mentalidades cristianas ha sido también signo de bendición en la vida y momentos especiales, de fortaleza en las enfermedades, de protección frente al maligno y en desastres naturales.
En esta fiesta de la exaltación de la cruz, es importante mencionar la relación que la cruz tiene con el sufrimiento. En esta dimensión, debemos mencionar que uno de los retos de que esta celebración de “la exaltación” de la cruz tiene, es que no se convierta en una “exaltación” del sufrimiento por el sufrimiento. Como si este, tuviera valor cristiano en sí mismo. Formándonos el rostro de un Dios que se complace en el sufrimiento.
Las lecturas de hoy se centran en “la exaltación” dándonos algunas pistas sobre nuestra reflexión sobre esta relación de cruz y sufrimiento: En la lectura del libro de números, Dios responde a Moises: "Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpiente quedarán sanos al mirarla." De manera que la exaltación de esa serpiente que llevaba muerte es fuente de vida para los que se arrepentían. Juan en su evangelio, nos presenta a Jesus retomando el pasaje de la serpiente en el desierto con Nicodemo, para hacer el anuncio de la exaltación de su persona en la cruz para dar vida eterna: “Así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.”
Finalmente, San pablo nos presenta el cantico de la carta a los Filipenses, El cual nos presenta la persona Jesus, el hijo de Dios que se encarna y se hace hombre por amor y en ese amor es llevado a la muerte en cruz, a la vez, también nos presenta la exaltación divina de Jesus en su pascua, cuando él es reestablecido por el Padre en el esplendor de la divinidad y como Señor del Universo.
Que, al celebrar hoy la exaltación de la cruz, exaltemos la persona de Jesus, quien siendo Dios se hizo hombre para convertir la muerte en vida y dárnosla en abundancia.
