Rema mar adentro, y echad las redes para pesca
Reflexiones sobre las lecturas del domingo 5to tiempo ordinario (10 de febrero, 2019): Isaías 6,1-2a.3-8; Salmo 137; 1 Coríntios 15,1-11; Lucas 5,1-11
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
La pesca milagrosa, este es el relato que hoy domingo quinto del tiempo ordinario nos trae el evangelio de Lucas.
Este relato donde Jesus cambia, renueva los planes de los pescadores y les enseña la eficacia de aceptar los retos que no han superado y poder confiar, poder abandonarse en la confianza de la palabra de Jesus. En esta pesca milagrosa Lucas también enfatiza el llamado a “ser pescadores de hombres.” A diferencia de Juan quien también nos cuenta este relato, haciendo énfasis en que la presencia viva de Jesus es la que permite cumplir con la misión. Ambos relatos, podríamos afirmar que son complementarios.
Genasaret es la región donde Jesus paso la mayor parte del tiempo de su ministerio. El evangelista Lucas nos presenta muchos detalles importantes en el relato de la pesca milagrosa, detalles que nos pueden ayudar a reflexionar sobre el mensaje del mismo:
- El mar como símbolo de las fuerzas incontrolables para el ser humano
- La barca de Pedro, como símbolo de lo que ser a la Iglesia con Pedro a la cabeza
- Los primeros discípulos son pescadores, gente sencilla, trabajadora, sin educación formal
- La fe de Pedro en Jesus, que a pesar de saberse con experiencia en el tema de la pesca obedece a la voz de Jesus
- La misma pesca milagrosa y su instrumento la red con símbolo de la misión de la Iglesia. Diversa y universal
- La claridad de Pedro de no saber digno para que jesus está cerca de él. Símbolo de la elección y llamada de Jesus de cada uno a la misión, como sus discípulos
- La confirmación de Jesus al llamar a sus discípulos a la misión de ser pescadores de hombres. Signos de la llamada a ser discípulos misioneros de cada uno de nosotros
Que este domingo refirme en nosotros nuestra vocación de servicio como discípulos de Jesus enviados a la misión. Que este encuentro con Jesus y su llamado nos haga reconocer el Amor que el padre nos tiene y que llenos del Espíritu santo podamos proclamar con Maria, la discípula misionera por excelencia: “Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti.”