El señor esta cerca, vengan, adorémoslo
Reflexiones sobre las lecturas del Domingo 4to de adviento - (19 de diciembre 2021): Miq 5,1-4a; Salmo 79; Heb 10,5-10; Lc 1,39-45
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Que este tiempo de adviento que estamos por terminar, nos prepare para responder las preguntas que nos hicimos...
Si hoy Maria llegara ante ti, ante nosotros, con Jesus a punto de nacer, buscando un lugar para descansar y en especial un lugar donde este niño, que es el hijo de Dios pueda nacer. ¿Qué harías ante su visita? ¿Qué le dirías? ¿Qué le ofrecerías?
Las lecturas de la liturgia de hoy a lo mejor nos ayuden a prepararnos para esa visita. La primera lectura, del antiguo testamento en libro del profeta Miqueas nos da algunas características del Mesía que Dios enviara, nos recuerda que los designios de Dios no son los de los humanos. Dios elige personas y pueblos débiles e insignificante para lleven adelante su plan. El Mesías nacerá en un pueblo pobre, en una familia pobre y en una región que era vista mal por sacerdotes y judíos de Jerusalén.
En la segunda lectura de la carta a los hebreos, Pablo presenta a Jesus como sacerdote por su entrega total a la voluntad del Padre y su intercesión por todos nosotros. Pablo deja claro que Dios más que ofrendas y sacrificios, prefiere que hagamos su voluntad y que trabajemos por construir y santificar la comunidad como lo hizo Jesus.
El evangelio de Lucas nos presenta el bellísimo y muy conocido pasaje de la visitación: Maria visita a su prima Isabel, quien está a punto de dar a luz a su hijo, el niño que será Juan Bautista. Este pasaje nos deja muchas enseñanzas, entre ellas nos muestra la actitud de servicio en Maria, la misionera por excelencia.
Que este tiempo de adviento que estamos por terminar, nos prepare para responder las preguntas que nos hicimos al principio de esta reflexión. Que Maria Madre y amiga, nos guie también como mujer y discípula misionera de fe, a renovar nuestra propia fe. Para que nuestra esperanza también sea renovada y podamos permitir que Jesus niño nazca en nuestras vidas y así pueda nacer en nuestras familias y comunidades. Unámonos juntos como una Iglesia que está en salida y pidamos a viva voz hoy a Dios junto con el salmista; Oh, Dios restáuranos, ¡que brille tu rostro y nos salve!