Esten siempre alegres en el Señor. Otra vez se los digo: ¡Esten alegres!
Reflexiones sobre las lecturas del Domingo 3ro de adviento - (12 de diciembre 2021): Sof 3,14-18a; Interlec. Is 12; Fil 4,4-7; Lc 3,10-18
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Alegrase hoy de la cercanía de Jesus, que está al llegar, es la buena noticia. Entender este mensaje y recibirlo requiere esa conversión y, esa conversión requiere hacer esta pregunta...
“Israel; alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén.” Llegamos al tercer domingo de adviento. Las lecturas de este domingo nos invitan a meditar sobre la gran noticia: ¡El Señor está por venir! Este tercer domingo es conocido como “el domingo Gaudete” que significa “domingo de la alegría” En la biblia, la alegría acompaña el cumplimiento de las promesas de Dios. En este domingo es particular: “El señor está cerca” y esa noticia es la más esperada.
Junto al mensaje de alegría, las lecturas de hoy, también, nos presentan una pregunta: ¿Qué podemos hacer nosotros?, la respuesta a esta pregunta nos debe mover a la acción, en el evangelio de Lucas, podemos darnos cuenta de que también en tiempos de Juan Bautista, como resultado de sus predicaciones, sus oyentes se hacían la misma pregunta.
Pregunta que también muestra la fuerza y la esperanza que nace del mensaje de Juan al anunciar el evangelio. Pues es una predicación que llamaba con alegría a la conversión. Esta conversión es un cambio de conducta, es una transformación en búsqueda de algo nuevo. Convertirse es decir SI a Jesus, es descubrir la propia vocación y seguir el sendero del discipulado. Hoy nuevamente Juan y el evangelio, nos invitan a la conversión. Una buena noticia que da alegría
Alegrase hoy de la cercanía de Jesus, que está al llegar, es la buena noticia. Entender este mensaje y recibirlo requiere esa conversión y, esa conversión requiere hacer esta pregunta: ¿Qué podemos hacer nosotros? ¿Qué puedo hacer yo? y al hacerla debemos abrir nuestros oídos y corazones, para escuchar la voz de Juan Bautista hablándonos directamente a nosotros, como hablo ayer. Su respuesta, sus palabras que son a la vez una interpelación e invitación a la conversión, al cambio. Son una propuesta a realizar gestos y acciones de justicia, respeto, solidaridad, y coherencia cristiana. Gestos y acciones que nacen de un corazón transformado y liberado en el Amor.
Recibamos hoy con alegría el llamado a la conversión. No temamos al cambio, tomemos acción para que, como discípulos misioneros, renovemos nuestro proceso personal de conversión y llevemos el anuncio de la buena nueva de salvación a otros para que ellos también experimenten la alegría de ese evangelio que es Jesus, quien esta pronto a llegar.