Domingo 30 tiempo ordinario - 28 de octubre, 2018

Dios nos invita, este domingo, a que nos demos cuenta de su acción salvadora en nuestra historia personal y comunitaria. Hoy se habla de muchas teorías y terapias salvadoras a través de medicina natural; de flujos de energía, técnicas psicológicas, etc. La vida está llena de milagros, si sabemos verlos con los ojos de la fe. También se dice que la fe mueve montañas.  

Hoy las lecturas nos hablan de esta historia de Amor de Dios por su pueblo, historia que llamamos de salvación. Reflexionar sobre esta historia nos debe alegrar y por lo tanto, fortalecer la fe, en especial en momentos difíciles. Las lecturas también nos hablan de ceguera, a la vez monumentos de escucha y reconocimiento del Señor como nuestro Señor.  

Hoy al escuchar la Palabra por medio del profeta Jeremías, la carta a los Hebreos y el evangelista Marcos podemos preguntarnos a nosotros mismos: ¿Hemos reflexionado en los momentos de salvación de nuestra historia? ¿reconocemos a Jesus como Señor de nuestra Historia?  ¿nuestra fe nos brinda alegría y fortaleza? ¿Cómo Bartimeo, pedimos luz al Señor en los momentos de oscuridad?  

Jesus es la luz del mundo. Su resurrección no es algo del pasado, el es luz para todo aquel que quiere ver. Donde hay oscuridad y parece todo muerto, Jesus lleva su luz y vida. En nuestras vidas y en las vidas de nuestras comunidades, también aparecen constantemente nuevas dificultades la experiencia de fracaso, de impotencia, las injusticias sociales, la falta de solidaridad nos lanza un reto: el no cansarnos, “no tirar la toalla” es aquí el momento de la fe, una fe nacida de creerle a Él, creer que es verdad que nos ama, que vive, que es capaz de intervenir en la historia, en nuestra historia y que no nos abandona.  

Dios puede sacar bien del mal. Creámosles a su Palabra, a sus promesas. Sigamos adelante seguros en su presencia, en la vocación que él nos dio y vayamos a la misión encomendada. Porque Jesus es el Señor de la historia y no ha resucitado en vano ¡no nos quedemos al margen de esa marcha de la esperanza viva! Como nos invita el Papa Francisco (LG #278)  

Octubre es el Mes de la Misión.  Sé una voz para la misión con MISSIO.