Yo soy la puerta de las ovejas
Reflexiones sobre el cuarto domingo de Pascua (3 de mayo, 2020): Hechos 2, 14a.36-41; Salmo 22; 1 Pedro 2,20b-25; Juan 10,1-10
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
¿Quién es el pastor? ¿Cómo entender esto?
“Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará.” El evangelio de Juan este domingo cuarto del tiempo pascual nos trae el texto donde Jesus se describe “como la puerta, “una puerta de entrada y salida de las ovejas. La figura de ovejas, rebaño y pastores es muy común en los evangelios, pues representa un ejemplo de la cotidianidad de esos momentos. Jesus, utilizando estos ejemplos, trata de explicar realidades más profundas. Para que fueran mejor entendidas por sus seguidores y discípulos.
La figura de Jesus como la puerta, se une a otras figuras utilizadas por el mismo, en los evangelios como por ejemplo la del buen pastor, la de la luz del mundo, etc. Jesus “como puerta de las ovejas” ofrece a sus discípulos un elemento importante de reconocer: “El que entra por la puerta es pastor de las ovejas…” ¿Quién es el pastor? ¿Cómo entender esto?
Jesus sigue explicando, dando características de ese pastor: Las ovejas reconocen su voz, el pastor las conoce por su nombre, el mismo las saca a la realidad “a través de la puerta” y va caminando adelante y ellas siguen reconociendo su voz en medio del campo, que les ofrece otros retos. Al parecer, basados en el texto bíblico, sus discípulos no entendieron estas comparaciones. Por esa razón él les dice: “Yo soy la puerta de las ovejas… quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.”
Pedro en su primera carta nos recuerda y reafirma a Jesus como nuestro intercesor por excelencia, quien por medio de su vida, pasión, muerte y resurrección nos llamó y nos sano para que “muertos al pecado, vivamos para la justicia.”
El texto del libro de los Hechos de los apóstoles renueva a través de Pedro; el llamado a los judíos y a todos nosotros a "Convertíos y bautizarnos todos en nombre de Jesucristo para que se nos perdonen los pecados, y recibir el don del Espíritu Santo.” Llamado que las primeras comunidades cristianas retomaron e hicieron, uno de sus fundamentos.
Renovemos en este tiempo pascual a Jesus resucitado como nuestra la puerta y entremos por él, con él y en él en la misión de ser constructores de una nueva sociedad donde el resucitado y su mensaje den frutos de justicia y paz a través de nuestras acciones hoy y aquí.
