Al principio no era así
Reflexiones sobre las lecturas del 27 domingo del tiempo ordinario (7 de octubre, 2018): Gén 2,18-24; Salmo 127; Heb 2,9-11; Mc 10,2-16
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Llegamos al domingo 27 del tiempo ordinario en este mes de octubre, mes de la misión. Hoy también celebramos la solemnidad a nuestra señora del Rosario, fiesta instituida por el Papa Pio V el 7 de octubre de 1571.
Aniversario de la victoria cristiana sobre los ejércitos del islam. El rosario es una manera de recordar, meditar y rezar con Maria la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesus.
El matrimonio es uno de los temas fundamentales de este domingo. "Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto.” El evangelio de Marcos nos presenta la intervención de los fariseos, preguntándole a Jesus sobre el divorcio en la ley de Moises, Jesus responde a esta pregunta, yendo al plan original de Dios sobre la unión del hombre con la mujer.
Su respuesta, tan novedosa como inesperada resalta la igualdad en dignidad que tiene ambos y la llamada a la fidelidad mutua. El egoísmo, la inmadurez y la prepotencia los incapacita para entender el plan de Dios y que por esas razones Moises tuvo “aligerar” la ley y permitir el divorcio pedido por el hombre y su dureza ante el adulterio de la mujer.
Jesus entendía que el matrimonio estaba en una situación injusta para las mujeres, pues eran tratadas como inferior. Por eso les recuerda el relato de la creación y les dice: Que los esposos son una sola carne. Dos vidas en igualdad de dignidad que se entregan por amor para formar un solo ser. Jesus al defender a la mujer, Jesus nos renueva su ejemplo como testimonio, todo discípulo de Jesus debe ser solidario con los marginados y rechazados de la sociedad.
Pidámosle hoy a Maria, la Señora del Rosario que acompañe a todas las parejas y matrimonios a encontrar su vocación de servicio a través del matrimonio y de la relación con su pareja. Que juntos puedan decir junto al salmista: “Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo alrededor de tu mesa. Que veas a los hijos de tus hijos.”
Octubre es el Mes de la Misión.
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