Los oídos del sordo se abrirán
Reflexiones sobre las lecturas del 23 domingo del tiempo ordinario (9 de septiembre, 2018): Is 35,4-7a; Salmo 145; Sant 2,1-5; Mc 7,31-37
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
En el evangelio de este domingo 23 del tiempo ordinario, Marcos nos cuenta que llevaron a Jesus un sordomudo para que él lo sanara.
Jesus lleva adelante un proceso de sanción muy particular, primero lleva al hombre a un lugar apartado. Mete el dedo en sus oídos y toca su lengua con saliva. Con estos gestos y acciones sensibles y claro Jesus quería establecer una relación con la persona que no oía, ni hablaba.
Después ora al Padre, pidiendo la sanación de ese hombre y finalmente ordena: ¡Effatha! Palabra aramea que significa “ábrete” e inmediatamente el hombre pudo hablar y oír. Jesus como en muchas ocasiones, pide que no se lo comenten a nadie, pero al parecer eso en vez de mantener en secreto sus acciones, las hacia cada vez más conocidas.
Jesus en este pasaje bíblico nos deja entender que tenemos que llevar la buena nueva con acciones y que hay que detenernos para crear relaciones. Ser una Iglesia que lleva esta buena nueva a las periferias humanas implica muchas veces detener el paso, dejar de lado la ansiedad para mirar a los ojos, “meter los dedos en los oídos” y orar al Dios del que estamos predicando para que su gracia fluya y puedan “los sordos oír y los mudos hablar”
Este es un nuevo llamado a integrarnos a la tarea evangelizadora como discípulos misioneros. Esta propuesta de Jesus nunca envejece, fortalece nuestra fe para iluminar nuestro camino. El Papa Francisco al invitarnos a ser ‘evangelizadores con espíritu” nos dice que debemos orar y trabajar. La acción y la oración son importantes para mantener un encuentro con la Palabra y momentos de dialogo con el Señor, que nos lleven también al encuentro con la palabra del otro para establecer también un dialogo comunitario. El saber oír y poder hablar son acciones que hay que encomendarle al Espíritu.
Que este domingo 23 del tiempo ordinario, podamos fortalecer nuestro discipulado por medio de la oración, las relaciones comunitarias que nos lleven a la acción para unirnos en la misión con Jesus y la Iglesia para proclamar: ¡Effatha!