Misión en la Escritura

15 domingo del tiempo ordinario, 15 de julio, 2018

Written by Equipo MISSIO | Jul 10, 2018 3:24:31 PM

 

Ve y profetiza a mi pueblo

Reflexiones sobre las lecturas del 15 domingo del tiempo ordinario (15 de julio, 2018): Am 7,12-15Salmo 84; Ef 1,3-10; Mc 6,7-13  

MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.

El evangelio de Marcos, este domingo nos sigue comentado sobre el desarrollo de la propia misión de Jesus, después de Nazaret y el rechazo de su propio pueblo.

Marcos nos comenta que Jesus, siguió recorriendo los pueblos cercanos y que mando a sus seguidores, los 12 apóstoles, también en misión. El envío de este grupo de discípulos era clave para testimoniar, lo que habían visto y oído del mismo Jesus, a otros y que estos, a su vez, también lo hicieran. En los apóstoles, descansara, más adelante la comunidad cristiana, la Iglesia, que llevara este testimonio mas allá del mismo pueblo de Israel.  

Antes de salir, los apóstoles reciben de Jesus algunos consejos prácticos, que les servirán para cumplir la misión: 

  • Ir de dos en dos, (estar en comunidad) para dar testimonio y apoyo mutuo 
  • Ser sencillos, para mostrar que el poder viene de Dios 
  • No establecerse más tiempo necesario, para no acomodarse. 
  • Si no son bienvenidos, respetar la libertad humana y seguir, pues la misión debe continuar. 

A estos consejos misioneros de Jesus, podríamos llamarlos hoy: “Guía práctica para una Iglesia en salida” hoy el envío a la misión es para nosotros, en diferente escenario y con retos nuevos, pero todos somos invitados esta nueva “salida” Misionera. Cada discípulo y cada comunidad debe discernir cual es el camino que el Señor quiere que sigua, pero todos somos invitados a salir de la propia comodidad y atrevernos a llevar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio.  

Retomemos esta “Guía práctica para una Iglesia en salida” y vayamos a llevar esta buena nueva y llenémonos de esa “alegría misionera” como la llama el Papa Francisco, que es la que se produce como signo de que el Evangelio ha sido anunciado y está dando fruto. Es vital que hoy salgamos a anunciar el Evangelio a todos y en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demora y sin miedo.