¿Y Ahora Que? El drama de la Semana Santa

¿Por qué comienza la Semana Santa  el Domingo de Ramos cuando Jesús no fue arrestado sino hasta el jueves?

¿Qué quiere decir Hosanna? Y por qué fue Jesús montado en un potro de un burro?

A partir del Domingo de Ramos, recordamos a las multitudes piadosas que tan rápidamente recurrieron a fuertes llamadas a la violencia. El pueblo de Jerusalén canta "¡Hosanna!" a lo que pensaron que era su poderoso salvador, pero pronto rechazaron al humilde rey que prometió llegar montado en un burro. Al hacerlo, el Domingo de Ramos ofrece una meditación, por lo menos un adelanto provocativo, de los misterios que encontraremos durante el Triduo:

• La última comida de Jesús con sus amigos
• La negación de Pedro y el fracaso de los amigos de Jesús para mantenerse despierto con él
• La traición de Judas
• La lucha humana de Jesús con la soledad y el miedo
• Su sentido de paz y aceptación en oración
• Los líderes egoístas que eligen matar a los inocentes
• La humillación y la espantosa tortura de Jesús
• Sus últimas palabras de perdón y rendición total de su espíritu

El drama, como el Crucifijo en sí mismo, es abrumador, tomado de una sola vez, por lo que a menudo involucramos la historia en un nivel superficial. Sin embargo, la Semana Santa requiere reflexión un evento a la vez, por el resto de nuestras vidas. La historia de la Semana Santa, aunque conocida, debería dejarnos en suspenso: ¿ y ahora que?

Mientras esperamos en suspenso la Vigilia Pascual, vale la pena reflexionar sobre algunas de estas escenas. ¿En cuál puedes verte a ti mismo y tus defectos? ¿Cuáles de estas situaciones y experiencias generan una respuesta emocional? ¿Con qué personajes del drama te puedes identificar? ¿Con qué propósito?

A medida que progresamos durante la Semana Santa, miramos y escuchamos a Jesús para que, en las circunstancias de nuestras propias vidas, podamos crecer en la madurez espiritual que Pablo imagina: “Tengan unos con otros la manera de pensar propia de quien está unido a Cristo Jesús.”

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