“Hace falta que él crezca y que yo disminuya”
Reflexiones sobre las lecturas de la Natividad de Juan Bautista (24 de junio, 2018): Is 49,1-6; Salmo 138; Hch 13,22-26; Lucas 1,57-66.80
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Desde antes, Dios había destinado a Juan Bautista para compartir la alegría del Reino.
Con su predicación, explico a la gente las palabras admirables en la ley y los profetas que anunciaban la llegada del redentor; preparándolas para recibir la salvación.
Este día en que celebramos a Juan Bautista deberíamos de celebrar también el día del misionero - evangelizador; ya que el nacimiento y la vida de Juan Bautista, cierra el primer gran capítulo de la historia de salvación, conocido como el Antiguo testamento y a la vez abre con gran acción de evangelizadora el segundo capítulo de esta misma historia: el Nuevo Testamento, convirtiéndose Juan Bautista en este contexto en el último profeta y a la vez, en el precursor del Mesías: “Detrás de mi viene el que es más fuerte que yo. Yo no soy digno ni de postrarme ante él, para desatar la correa de sus sandalias (Mrc 1, 7)
Juan Bautista anuncia el Reino de Dios y denuncia lo que está contra este Reino, llamando a la conversión. Él fue lo que el Papa Francisco llama “un evangelizador con Espíritu” pues vivía en el desierto en oración y se entrega en acción a la misión, preparando así la llegada de Jesús, el Mesías.
Que esta celebración del nacimiento de Juan bautista, nos reafirme como discípulos de Jesús, Profetas – evangelizadores con Espíritu, con una espiritualidad, basada en la oración, que transforma el corazón y nos lanza a responder a la realidad de nuestras vidas, familias y comunidades con un fuerte compromiso social y misionero. Evangelizadores creen, oran y actúan para llevar la alegría del evangelio de Jesús más allá de sus propios límites.
