La palabra de Cristo habite entre ustedes con toda su riqueza
Reflexiones sobre las lecturas de la sagrada Familia (29 de diciembre, 2019): Eclo 3,2-6.12-14; Salmo 127; Col 3,12-21; Mt 2,13-18
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
La familia tiene la misión de preparar a sus miembros para participar en la vida de sus comunidades, en ella aprendemos los valores, las creencias y también desarrollamos nuestra personalidad y manera de relacionarnos con los demás. En esta fiesta de la Sagrada Familia, la Iglesia nos invita a reflexionar sobre la Sagrada Familia y desde ella en todas las familias y su importante rol en la comunidad.
La primera lectura del libro del Eclesiastés nos dice que Dios bendice a quienes honran a sus padres, con muchas bendiciones, dándoles alegrías y escuchándolos en sus oraciones, perdonando sus pecados y dándoles una larga vida. Sería interesante retomar y aprovechar este texto y pensar en nuestros padres y/o en las personas que tuvieron que ver con nuestro cuidado desde niños. Pensar en los momentos relevantes, perdonar si es necesario y dar gracias por todos ellos.
En la segunda lectura, Pablo en la carta a los Colosenses, les da consejos para ser discípulos de Jesus capaces de crear un ambiente de amor alrededor de ellos. Este amor, asegura Pablo, es la fuente de la justicia, de la paz, la libertad y la alegría que todos buscamos desde lo más profundo de nuestro ser.
En el evangelio, Mateo nos presenta a la sagrada familia en un capítulo inicial de la vida Jesus. En este texto nos damos cuenta cómo a través de la comunicación con Dios, se toman decisiones familiares. También entendemos razones por las cuales la sagrada familia termina viviendo en Nazaret.
Los planes de Dios no son fáciles de entender. Pero hoy en Jose podemos descubrir acciones fundamentales para decir “Si” a los planes de Dios: Primero, no solo creer en Dios, sino que creerle a él, quien habla de muchas maneras y segundo, la seguridad de creerle a Dios nos debe dar la certeza y la esperanza de que nuestras acciones darán su fruto en el tiempo de Dios, no en nuestro tiempo.
Celebremos hoy esta fiesta de la Sagrada Familia y proclamemos juntos en familia y comunidad: ¡Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos!
