Y ustedes ¿Quién dicen que soy yo?
Reflexiones sobre las lecturas del 24 domingo del tiempo ordinario (16 de septiembre, 2018): Is 50,5-9a; Salmo 114; Sant 2,14-18; Mc 8,27-35
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Este domingo, en el evangelio de Marcos, Jesus pregunta a discípulos: ¿Quién dice la gente que soy yo?
Las respuestas de los discípulos son diversas, ya que vienen de lo que han escuchado. Después hace esa misma pregunta directamente a los discípulos, y ustedes ¿Quién dicen que soy yo? La respuesta de Pedro en nombre de todos ellos no se hizo esperar; “Tu eres el Mesías”
La respuesta de Pedro era la correcta, Jesus continua la conversación y anuncia su pasión, muerte y resurrección a este anuncio le sigue, la incapacidad de los discípulos para entenderlo a cabalidad, ya que al escuchar a Jesus, el miedo al sufrimiento y la derrota de la cruz les impedía escuchar y por lo tanto entender que Jesus también anunciaba la resurrección.
El mesianismo de Jesus no se trata de un mesianismo triunfalista, ni un salvador político, su mesianismo enfatiza que la salvación que se cumplirá pasa a través de la cruz, como consecuencia de la misión y que sus discípulos deben estar listo a cargar con sus propias cruces.
También debemos recordar que este mesianismo, no se queda en la muerte de Jesus, es más está se transforma en vida, a través de la resurrección. ¡Es ahí donde el culmen de la salvación que sucede! “Sí Cristo no resucito, nuestra predicación está vacía” (1 Cor 15,14) Su resurrección no es algo del pasado; entraña una fuerza de vida que ha penetrado en el mundo. Donde parece que todo ha muerto, por todas partes vuelven a aparecer los brotes de la resurrección. Es una fuerza imparable (EG #275 y 276)
Hoy Jesus nos vuelve a preguntar: ¿Quién soy yo para ti? Ojalá que nuestra respuesta a esta pregunta sea a partir “de la experiencia personal” y no solo de lo que “sabemos de él” Por eso la invitación de este domingo 24 del tiempo ordinario es a establecer y/o profundizar en nuestra relación con Jesus desde la experiencia personal y comunitaria. Y así aceptar que su vida, su muerte y resurrección será la guía de nuestro discipulado y de nuestra misión.
